Grandes masas de la humanidad nacen, viven y mueren en condiciones espantosas, sin acceso al agua potable, a una buena alimentación o una vivienda digna, ni hablar de educación y otros derechos básicos. Pasa en la realidad. Pasa en la ficción de 3%, donde millones viven en la miseria y una mínima porción accede a una suerte de tierra elegida donde no falta nada. Y ese porcentaje sostiene un discurso meritocrático al palo: para llegar hay que pasar un proceso de selección. Algunos se oponen, quieren subvertir ese estado de cosas. Así, entre establishment y resistencia hay un juego de gato y ratón en el que la tentación, para los rebeldes que consiguen infiltrarse entre los “elegidos”, tiene un papel enorme. Como en la vida real. En el centro del dilema está Michelle, que se mete a revolucionaria para vengar a su hermano mayor y termina dudando qué camino seguir.

Esta producción, en la sección brasilera de Netflix, es uno de los mayores éxitos de la compañía en el gigante latinoamericano. La serie ya tiene dos temporadas y funciona muy bien narrativamente. Todos los personajes tienen sus claroscuros y hay un evidente tono de barriada latina que deja claro que esto es más que un clon de otras sagas distópicas juveniles. Tiene personalidad propia y en su narrativa no propone un héroe individual sino un relato coral. Ahí llaman la atención Michelle y la actriz que la interpreta, Bianca Comparato.

Bianca viene destacándose en la pantalla brasilera desde hace tiempo, haciéndose un nombre propio más allá del apellido de su padre: Doc Comparato es una figura central del universo de guionistas en América Latina y autor de libros para entender de estructuras narrativas en la TV, que son leídos en todo el continente. “Con mi padre hablamos casi todos los días sobre películas, series y libros”, relata Bianca. “Tenemos diferencias entre cómo ve él las cosas y cómo las hago yo. Pero me ayuda con su experiencia y supongo que yo lo ayudo a ver estas revoluciones que van surgiendo en la industria del entretenimiento. Con algo de suerte, me encantaría que trabajemos juntos pronto.”

¿Por qué te interesaó protagonizar 3%?

--Hace unos cinco años, cuando me invitaron a ser parte del elenco, todo lo que tenía era la idea de la serie, dos talentos que conocía (Charlone y Miguel) y Netflix. Ni un guión. Así que supongo que esos tres factores fueron determinantes: tenía la visión de que Netflix iba a crecer y que los espectadores iban a disfrutar una distopía hecha en Brasil. Fue una apuesta, pero me alegra haber tomado ese riesgo.¿Cómo cambió tu composición de Michelle de la primera temporada a la segunda?

--Veo la serie como una saga: para mí, ella está en busca de quién es y quién quiere ser. En la primera temporada le arrancan sus creencias y en segunda tiene que elegir un bando, elegir quién quiere ser para su futuro. Supongo que para la tercera el arco argumental de Michellle es convertirse en una mujer a cargo de su vida y sus decisiones.

¿De qué manera 3% es diferente de Los Juegos del Hambre u otras distopías por el estilo?

--¡Los Juegos del Hambre son una referencia para nosotros! Amo esas películas. La diferencia es que nuestra serie es más política y nuestras referencias más latinas. ¿Cómo sería Brasil en el futuro? Esa es la idea detrás, lo que nos diferencia. Incluso rodamos en San Pablo tal como es hoy para mostrar Tierra Adentro. No se necesita mucha posproducción: quiero decir, ya estamos en un país distópico hoy.

¿Y cómo puede impactar 3% a la producción audiovisual brasileña, que en Argentina se conoce más bien por sus telenovelas?

--La industria está cambiando y se están produciendo más series por fuera de los canales convencionales. Creo que 3% probó que algo “en portugués” puede funcionar en otros países. Hay un mito velado de que nuestro idioma es una barrera para el entretenimiento que producimos, pero no es verdad. Así que ahora se producen más shows en Brasil pensando en los mercados internacionales.

Una serie de Netflix también es un gran cambio respecto del tipo de material por el cual se conoce a tu papá en Argentina, ¿sentís que es una nueva era para la televisión brasileña?

--En realidad mi padre jamás escribió una de esas largas telenovelas porque dice que no puede controlar el comienzo, el medio ni el final del trabajo, así que sólo escribe series. Sí fue responsable de la primera miniserie escrita en Brasil, Lampião e Maria Bonita. Por ahora las telenovelas son todavía más grandes que todo el resto, pero veo venir el cambio. Quizás las telenovelas empiecen a parecerse más a series y se vuelvan menos melodramáticas. Las telenovelas son parte de nuestra cultura, pero las cosas definitivamente están cambiando y estas compañías de streaming están teniendo un rol pionero en esta nueva era.