Alejandro Leanza, docente de catequesis del colegio Guadalupe de Capital Federal, fue escrachado en redes sociales por ex alumnos de la institución porque daba en su materia un cuadro que, entre otras cosas, sostiene que la homosexualidad conduce a la “degradación irreversible”. Javier Murphy Figueroa, egresado en 2011, contó a PáginaI12 que en tercer año del secundario, Leanza usaba como material educativo este cuadro que describe “cómo tiene que ser el recorrido ideal en la vida de las personas”. El comienzo del camino, según el esquema, es la “espera edificante”, que se vincula con la dignidad. “Esto lo relacionaba con la castidad de los sacerdotes, y el matrimonio, teniendo sexo después del casamiento”, dijo Javier. Cada ítem del cuadro, entre los que figuran “embarazo no deseado”, “libertinaje sexual” o “promiscuidad venérea”, era desarrollado uno por uno en las clases. “Después explicaba qué había tentaciones que te podían hacer caer, por ejemplo las drogas. Las malas elecciones te llevaban a caer en la masturbación”.
El colegio Guadalupe, ubicado en la calle Paraguay al 3900, en Palermo, es una institución tradicional del barrio. Como toda institución que brinda educación pública pero de gestión privada, recibe subsidios del Estado. Sin embargo, los alumnos y ex alumnos denunciaron que incumple con la ley de Educación Sexual Integral, sancionada en 2006, y que obliga a los colegios a incorporar en sus currículas la educación sexual.
Así, según la explicación del profesor, las “caricias íntimas” podían generar “confusión sexual”. De ahí se podía caer a la “decepción”, seguido por un combo de “soledad nociva” que incluía la masturbación, el “libertinaje sexual” y la “promiscuidad venérea”. Lo más bajo que se podía “caer” era la homosexualidad, calificada como “degradación irreversible”.
“También daba en clase las diez razones por las que te podías volver homosexual. No me acuerdo todas, pero ponía cosas como el abuso sexual o tener un padre ausente. Yo soy homosexual, en ese momento no decís nada porque es tu profesor de catequesis, pero duele”, señaló Murphy Figueroa.
“En su momento nos quejamos con el director de estudio, que no es el que está ahora, pero no pasó nada. Quejas hubo millones”, dijo otra ex alumna que prefirió reservar su identidad. Tanto ella como Murphy Figueroa sostuvieron que Leanza tiene mucho peso dentro del colegio. “Decía cosas como que la homosexualidad no era algo natural. Otro profesor dijo lo mismo y, después de quejarnos, el colegio hizo que se retractara, entonces no entendemos qué peso tiene Leanza ahí adentro”, añadió la ex alumna.
Leanza, según su cuenta de LinkedIn, también da clases en el Ciclo Básico Común. En el Guadalupe, donde trabaja hace dos décadas, está al frente de catequesis de séptimo grado a quinto año, cuando la materia pasa a llamarse “Espacio de acción y reflexión”. “Había varios catequistas, pero él daba los temas más importantes”, aseguró la alumna.
En las redes sociales, además, comenzó a circular un examen de Leanza de 2017 en el que se plantea una situación en la que un varón “se violentó y terminó abusando sexualmente” de una chica. Según quien comparte la foto, se estaría justificando la violación como un “pecado venial”, es decir, aquellos que no necesitan confesarse para ser perdonados.
“Para aprobar quinto año teníamos que hacer afiches ‘provida’”, denunció la ex alumna. Según Murphy Figueroa, si alguien decía que estaba a favor del aborto, el docente “se justificaba diciendo que uno tenía que poder argumentar algo en lo que no cree”.
El Guadalupe no emitió comentario alguno. En las redes sociales, los egresados de distintas promociones contaron que Leanza les había dado ese cuadro como material didáctico.
Informe: Ludmila Ferrer.