Desde Santa Fe.

A dos meses de la fallida indagatoria al juez federal Nº 1 de Santa Fe Reinaldo Rodríguez por una supuesta maniobra con títulos públicos en default, la investigación quedó a cargo de su colega Nº 4 de Rosario Marcelo Bailaque, que es el tercer magistrado que interviene en el proceso. El primero fue el juez federal Nº 2 Francisco Miño, quien intentó indagar a Rodríguez el 6 de abril, pero éste lo recusó por "enemistad manifiesta" y lo apartó de la causa. Siguió el juez federal de Rafaela Miguel Abásolo, que también invocó el mismo argumento para desligarse del asunto: "enemistad manifiesta" con Rodríguez, a quien asistió durante años como secretario penal del Juzgado Federal Nº 1, pero el trato entre ambos concluyó en "malos términos", según fuentes confiables. La subrogancia recayó entonces en Bailaque, que ahora deberá resolver si llama a Rodríguez a prestar declaración indagatoria como imputado y lo releva del juramento de decir verdad.

La investigación se inició por orden del Tribunal Oral de Santa Fe tras condenar al financista Miguel Dubarry y a su abogado Carlos Mario Clerc como "autores responsables del delito de defraudación en perjuicio de la Administración pública" a dos años y 10 meses de prisión, en octubre de 2017. A pedido del fiscal Martín Suárez Faisal, el Tribunal ordenó profundizar las investigaciones "a fin de que se determine la presunta intervención de otras personas en el hecho investigado", que era el cobro de bonos en default a su valor nominal por casi 700 mil pesos, dice la sentencia.

El 9 de febrero, el fiscal federal Nº 2 Walter Rodríguez imputó al juez Rodríguez y pidió su indagatoria por presunto "fraude en perjuicio de la Administración pública", "prevaricato" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público".

El juez Miño se tomó su tiempo, pero cuando le puso fecha a la indagatoria, que era el 6 de abril, el juez Rodríguez lo recusó por "enemistad manifiesta". Miño rechazó el planteo de su colega porque a su juicio carecía de "fundamentación sólida, concreta y sustentada en hechos objetivos", pero igual resolvió apartarse de la causa. "Advierto en el recusante un sentimiento de temor o desconfianza hacia mi imparcialidad y en tales condiciones no aparece conveniente, en aras de una adecuada administración de justicia, la intervención de un magistrado del que pueda dudarse sobre la justicia y transparencia de sus decisiones", expresó.

La causa pasó entonces al juez federal de Rafaela Miguel Abásolo, quien se apartó de inmediato por la misma causal que había planteado Rodríguez para recusar a Miño: "enemistad manifiesta", en este caso con Rodríguez, a quien asistió al frente de la Secretaría Penal del Juzgado Federal Nº1, hasta que el tiempo deterioró la relación entre ambos, según fuentes informadas.

Así, la investigación quedó a cargo de un tercer juez, el doctor Bailaque, que ahora deberá resolver si le pone fecha a la indagatoria, como solicitó el Ministerio Público. Y si está pendiente el pedido del juez Rodríguez de citar a 23 magistrados y funcionarios de la Justicia Federal de Santa Fe, Paraná y Rafaela para que declaren como testigos. Es una lista que Rodríguez propuso para recusar a Miño --y logró que se aparatara-‑, pero que era significativa porque la integraban el fiscal que pidió que lo investigue, Martín Suárez Faisal; los tres jueces del Tribunal Oral de Santa Fe que ordenaron investigarlo: Luciano Lauría, María Ivón Vella y José María Escobar Cello y el fiscal que lo investigó, Walter Rodríguez. Más, el juez Abásolo, que ya rechazó la causa, entre otros.