Un día como hoy hace 8 años veía morir a alguien por primera vez.

Me acuerdo bien, porque fue en vísperas del mundial de Sudáfrica. Era una noche tranquila y fría. Salí a fumar con dos médicos que estaban de guardia y empezamos a hablar de la selección, de Messi y de lo mismo que se habla todos los mundiales.

Vimos a un auto bajar la rampa, dos personas dejaron un cuerpo como quien deja un paquete, aceleraron y se fueron.

"Un baleado" pensamos los tres. Ellos fueron a ver qué pasaba, yo fui a preparar las cosas para limpiar, por instinto, ya que los acuchillados y baleados generalmente son los que más sangre pierden y cuando dejo que la sangre se seque, cuesta más trabajo limpiarla.

Cuando llegué había una chica joven --yo en ese momento tenía 24 y me ella parecía más joven, así que habrá tenido entre 19 y 21--, estaba en la camilla tirada, tapada de la cintura para abajo. Yo no veía sangre pero había olor a sangre.

Vino el jefe de guardia, levantó la sábana y el olor a sangre me golpeó.

Quedé helado. Mirando a la chica que ya estaba pálida. Boqueaba sin fuerza. No podía tensar el cuello para levantar la cabeza.

Fueron dos o tres segundos (que me parecieron dos o tres eternidades) hasta que se dejó de mover.

Enseguida la llevaron a quirófano.

Nunca más la vi. Nunca supe quién era ni que hacía y probablemente nunca lo sepa.

Lo único que quiero es que no se repita.

Que no haya otras como ella.

 

***

Nunca hablé con los médicos sobre lo que vimos esa noche, muchos problemas nos ahorraríamos si los varones empezáramos a hablar más sobre ciertas cosas (hablar, no explicar, ni hacernos los piolas: hablar)

Nunca hablé con nadie sobre lo que pasó esa noche (nadie hablaba en ese momento sobre lo que pasaba "esas noches" en las que las pibas morían como animales.

Qué curioso: nadie marca públicamente ninguna clínica clandestina de abortos. Mejor dicho: nadie dice nada sobre las clínicas legales donde se hacen abortos clandestinos, pero muy costosos.

Mirá vos: ahora quieren satanizar la interrupción voluntaria del embarazo porque es una (de las tantas) propuestas del FMI. ¿Saben por qué lo propone el FMI? Porque el estado deja de gastar plata y se ahorra más. Es más sano y económico para un estado prevenir (en este caso un embarazo no deseado) que curar a una piba que se metió (o le metieron) una aguja de tejer en la vagina, o que se hace (o le hacen hacer) mal un aborto.

Otro lindo bagayo argumental es el de el tráfico de órganos: ¿en serio nadie se puso a pensar que desde la muerte en la clandestinidad es más fácil traficar bebés, órganos o pedazos de gente?

Vamos a creer que los "provida" están a favor de la vida y yo estoy a favor de la muerte, soy una parca (como la del 7º sello) y me tengo que llevar a alguien. Prefiero llevarme un embrión.

Ojo, yo respeto a los creyentes. Pero esto no es una cuestión de creencias. Y si no quiere abortar: no aborte.

Y me van a tener que disculpar las feministas a las que les molesta que los varones opinemos sobre los asuntos en los que no ponemos el cuerpo pero, para mí, esto no es una cuestión de género, es salud pública. Yo no soy mujer pero no quiero que mueran más por causas evitables. Teniendo siempre en claro que el derecho a la gratuidad del aborto (irónicamente) fue parido por las contracciones de un feminismo que está haciendo temblar el mundo.

Al escribir esto trato de ser lo más respetuoso posible, es que en unos meses voy a ser padre y tuve que madurar.

En verdad, tendría que decir: "soy padre" porque me siento padre desde que mi novia me dijo que estaba embarazada.

Lo único que puedo hacer es pedir que los que no piensen ni sientan como yo tengan derecho a decidir de la manera segura posible.

Abrazo a los que marchamos del mismo lado.

A los que están de la vereda opuesta: respeto, pero no lleven más bebitos gigantes a las marchas porque asustan.

*Profesor de lengua y literatura. Trabajador del Hospital Centenario.