Roger Federer regresó ayer al circuito después de seis meses de ausencia por una recurrente lesión en la rodilla izquierda y logró una contundente victoria por 6-3 y 6-4 sobre el británico Dan Evans, en el primer partido de su país en la Copa Hopman, que se disputa en Perth, Australia. El ex número uno del mundo ganó en una hora y un minuto, demostrando estar en gran forma de cara al primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, que comenzará el 16 de enero.
“La bienvenida fue realmente especial. Sienta bien tener este reconocimiento. Creo que fue mucho mejor de lo que pensaba. Fue muy emocionante”, dijo el ganador de 17 títulos de Grand Slam. El tenista suizo de 35 años aseguró que su rodilla no le dio ningún problema en todo este tiempo e indicó que “he dejado de pensar en ello. No hay ninguna secuela. Está bien que haya podido liberarme de esto completamente. Probablemente hay que hacer algún tipo menor de mantenimiento, pero nada serio”.
El último partido que había jugado Federer en el circuito fue por las semifinales de Wimbledon, en julio pasado, cuando cayó ante el canadiense Milos Raonic, en lo que fue su peor temporada profesional: se operó de la rodilla izquierda, sufrió dolores de espalda y sólo logró competir en siete torneos, sin ganar títulos.
Por otra parte, Suiza sumó el primer punto en el torneo tras derrotar por un contundente 3-0 a Gran Bretaña, después de que Belinda Bencic superara a Heather Watson en el individual femenino y Federer y Bencic vencieran a la pareja británica.