La recaudación tributaria de diciembre contabilizó 275.542 millones de pesos, de los cuales 90.395 millones fueron aportados por el blanqueo de capitales. Si no se toma en cuenta ese ingreso extraordinario, la mejora interanual fue apenas 27,6 por ciento, unos diez puntos por debajo de la inflación punta a punta del 2016 medida por el Indec, consultoras privadas, institutos estadísticos provinciales y sindicatos. Para la recaudación de 2016, los ingresos fiscales ascendieron a 2.070.154 millones (2 billones), de los cuales 106.769 millones también correspondieron a lo ingresado por el Sinceramiento Fiscal. Es decir que, sin lo recaudado por el blanqueo, apenas se hubiese alcanzado la meta mínima del año (1,9 billones). Dentro de los gravámenes más importantes para la recaudación, el IVA Impositivo (sobre las compras) creció un 28,4 por ciento, también por debajo de la inflación anual, lo que refleja la retracción del consumo producto de la pérdida de poder adquisitivo y la recesión. La eliminación de las retenciones a granos, mineras y la industria se reflejó en una baja de 5,8 por ciento en lo recaudado por derechos de exportación.
Las cuentas públicas fueron afectadas negativamente por la menor actividad económica, la caída del consumo y eliminación de impuestos a sectores concentrados. Esta reconfiguración de los gravámenes y la recesión llevó al gobierno a apostar al blanqueo para mostrar una recaudación positiva. Dado el carácter excepcional de los ingresos por el blanqueo, resulta de interés conocer cómo fue la evolución de la recaudación si se excluye dicho aporte extraordinario. De no mediar este ingreso de fondos por única vez, la recaudación de 2016 hubiese finalizado en 1.963.385 millones, con un aumento del 27,7 por ciento en relación al acumulado de 2015 y un 1,7 por ciento por encima de la meta de este año. “En términos reales la recaudación cayó un 4,8 por ciento contra el año pasado”, según un informe del Iaraf y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
No obstante, el gobierno presentó las cifras contabilizando el Impuesto Especial sobre el Sinceramiento Fiscal, que aportó en el año 106.769 millones de pesos, de los cuales 90.395 millones ingresaron en diciembre. De esta manera, la recaudación de diciembre muestra un crecimiento del 90,0 por ciento y en todo el año de 34,6 por ciento, según los cuadros difundido por la AFIP. “Hemos cumplido ampliamente la meta, en un contexto de retroceso de la economía y reducción de la carga impositiva”, dijo ayer el titular de la AFIP, Alberto Abad, durante una reunión con la prensa para presentar los datos.
“Ahora comienza una etapa en que se podrán comparar dos economías homogéneas y estructuras impositivas también más iguales entre sí”, dijo el recaudador. Sin embargo, el año próximo no habrá un nuevo blanqueo, con lo cual el organismo deberá compensar ese ingreso, que el propio Abad reconoció que permitió compensar la quita de retenciones, la devolución de IVA y la suba del mínimo no imponible a principio de año en el Impuesto a las Ganancias.
Entre los principales recursos del Estado, el IVA Impositivo aportó 406.120 millones de pesos en todo 2016, un 28,4 por ciento por encima de lo registrado el año previo. El IVA (neto de devoluciones y reintegros) mostró un crecimiento de 34,7 por ciento interanual. Más alta fue la recaudación en el IVA Aduanero (IVA DGA), que creció en el año 49,8 por ciento por el alza de las importaciones de bienes de consumo final.
“Al igual que a lo largo del año, los Derechos de Importación fue el tributo con más crecimiento, resultado de la mayor apertura comercial, aunque ralentizado consecuencia de la contracción económica, con un desempeño en línea a lo observado en los componentes aduaneros de Ganancias e IVA”, señala el informe de Iaraf y el Consejo Profesional. Este tributo mostró a lo largo de 2016 un crecimiento real de 58,7 por ciento en términos nominales (56.366 millones de pesos). Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social evidenció en diciembre un crecimiento de 36,4 por ciento y cerró el año con un alza de 33,7 por ciento (536.180 millones de pesos).
Créditos y Débitos en cuenta corriente (más conocido como impuesto al cheque) fue el cuarto tributo de mayor expansión en el último mes del año, con un crecimiento del 29,4 por ciento, a lo largo de 2016 finalizó con una mejora de 35,1 por ciento. Por Ganancias la AFIP recibió 432.907 millones de pesos, que representaron una mejora de 13,5 por ciento respecto del año pasado, menos de la mitad del aumento estimado de precios del ejercicio. Por último, el resto de los impuestos, que incluye Internos, Combustibles Líquidos y GNC, Bienes Personales y a Facilidades de Pago, sumó 151.537 millones de pesos, un 33,6 por ciento más que en 2015.