En el Congreso de la Nación el 14 de junio amaneció con diputadas/os, activistas y periodista sin una resolución sobre el aborto legal, seguro y gratuito. Un grupo de diputadas firmantes del proyecto que intenta aprobarse, promovido por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, reclamaron al gobierno responsabilidad política para no dilatar la votación y tomar una decisión sobre sus diputados/as que defina la gran deuda de la democracia con las mujeres.
“Este proceso tiene una movilización con más de un millón de mujeres”, destacó Victoria Donda, del Movimiento Libres del Sur. Y criticó: “Escuchamos a una diputada (Estela Regidor, de Cambiemos) que hace alusión a que las perras dan en adopción sus cachorros y el discurso de (Nicolás) Massot (Cambiemos) reivindicando lo que hizo la dictadura robando niños en lugar de matarlos”. Ella, junto a Mónica Macha y otras legisladoras, salieron a dar una conferencia de prensa en el amanecer del 14 de junio, para que el proyecto pueda ser votado en consonancia con la enorme movilización callejera protagonizada por mujeres y jóvenes que se mantuvieron en una vigilia activa alrededor del Congreso de la Nación.
Durante toda la noche el conteo de votos fue de empate técnico o derrota del aborto legal, con divisiones internas de Cambiemos muy marcadas y la crítica al gobierno por abrir la convocatoria al debate y dejar que la votación quede librada a la libertad de acción. Pero con sospechas de extorsiones, amenazas, votos sorteados en redes sociales, pedidos a cambio y diputados acusados de violencia de género y forzar a sus amantes a abortos clandestinos. “En el gobierno no se hacen cargo de lo que pasa en la calle. No nos escuchan”, se quejaban dentro del bloque oficialista. Mientras se intentaba que se escuche el clamor popular y la jornada termine de forma pacífica.
Aunque todavía falta la definición final, casi a las nueve de la mañana se empezaba a especular con conseguir votos positivos para desempatar a favor del aborto legal, seguro y gratuito una de las votaciones más disputadas y en paridad durante la democracia. Mientras las actrices Dolores Fonzi y Alejandra Flechner esperaban sin dormir dentro del Congreso de la Nación y pedían, frente a las cámaras de televisión, que se escuche la voz de las mujeres.
“Es la interpelación que nos hacen las jóvenes generaciones a los que durante más de cien años no pudimos encontrar una solución”, expresó José Luis Riccardo, de la UCR, ya pasados las ocho de la mañana. Igual que muchas diputadas y diputados la referencia a las hijas y al reclamo de las jóvenes fue un hilo en común de muchos discursos. Santiago Igon, del Frente Para la Victoria, remarco, a las 8:30: “La juventud que está en la calle tarde o temprano a este proyecto lo va a sacar”. Una vez más, nombró a sus hijas, “Yo quiero que sea hoy, depende de todas nosotros la ampliación de derechos”.
En el recinto se espera que la votación termine con la incertidumbre, mientras en la calle, los colegios tomados, el Congreso y los medios de comunicación el conteo de votos se espera como un Mundial feminista con la misma tensión que una definición por penales y con las calles repletas de un clamor popular inédito en respaldo a la aprobación de una norma. Magdalena Sierra, del Frente para la Victoria, destacó: “Las mujeres abortan desde siempre y no nos piden permiso, pero nos piden que estemos a la altura de las circunstancias, para no morir y no ir presas, que es algo básico en el Siglo XXI”.