La primera versión de este cuento la escribí para una antología.

Una noche, al término de una función, el actor Patricio Abadi me contó que había muerto su madre y cómo habían sido sus últimos días. Nunca pude olvidar ese breve relato hecho por el actor en el hall del teatro Beckett. Un tiempo después me invitaron a participar en una antología de cuentos. Lo llamé a Patricio, nos reunimos en su espacio Onírico, generoso confió en mi escritura: me volvió a contar la historia,  ahora con escenas y detalles. Revisamos una y otra vez los modos de ser de un personaje, ciertos diálogos, algunos climas. Escribí el relato esa misma semana. Se lo mandé y le consulté también si quería que cambiara su nombre o prefería que dejara el suyo real. Pero cuando lo leyó el antólogo me dijo que lo que yo contaba no era “legal” y que debía corregir algunas escenas, algo que por supuesto no hice. Cuando el libro salió tuve que reclamar mi ejemplar porque no me llegaba como al resto de los autores. Finalmente me lo enviaron. Todos los nombres de las personas que habían aportado su historia biográfica figuraban en un listado de agradecimientos menos el de Patricio Abadi, a quien tampoco le habían enviado un ejemplar. Le pedí una explicación al antólogo y fue peor el remedio que la enfermedad.

Pero por suerte existen las reparaciones.

Así que aquí está la segunda versión de “La vida de mi madre” y, lo más importante, mi agradecimiento al querido Patricio Abadi por confiar en mí para contar su historia.