Desde Santa Fe

La decisión del Frente Progresista de dejar sin quórum a la Asamblea Legislativa del jueves que debía tratar los pliegos de dos funcionarios del gobierno para formar mayoría en el Tribunal de Cuentas desató una escalada política en la Legislatura, que puede seguir la semana que viene. Los senadores del PJ devolvieron la vara y dejaron sin quórum el Senado, que no sesionó. Mientras que en Diputados, el arco opositor (que integran el PJ, la izquierda y Cambiemos) no participó en la comisión de Labor Parlamentaria que reúne a los jefes de bloques y después retaceó el quórum a la sesión ordinaria, que se realizó gracias al radical Alejandro Boscarol, quien completó el número de 26 oficialistas necesarios para sesionar. El vicegobernador Carlos Fascendini convocó a la segunda Asamblea el jueves que viene, a las 13, dos horas antes del partido de Argentina con Croacia en el Mundial de Rusia, por lo que si vuelve a fracasar, los dos candidatos propuestos por el gobernador: el ex secretario de Ingresos Públicos Sergio Beccari y el abogado radical Lisandro Mariano Villar, quedarán designados de hecho. Y será otro récord histórico: sobre cinco vocales del Tribunal de Cuentas, cuatro de ellos habrán llegado al órgano de control por el mismo atajo porque los pliegos de Oscar Biagioni (actual presidente) y del ex fiscal de Estado adjunto Dalmacio Juan Chavarri también tuvieron aprobación ficta en agosto de 2015, tras el fracaso de dos Asambleas.

La tensión política entre el Frente Progresista y los bloques opositores quedó a la vista en el recinto. El quórum de la Asamblea se reúne con 35 legisladores y en las bancas eran sólo 25: ocho senadores justicialistas y 17 diputados: ocho del PJ, siete de Cambiemos. Más, Carlos del Frade, del interbloque de izquierda y Boscarol, el único del oficialismo. Por los pasillos, rondaban sus colegas del Frente Progresista y uno de ellos, el radical Fabián Palo Oliver, hasta se asomó al recinto y se fue. Los números eran finitos porque Boscarol jugó un rol clave: fue el 25 en la Asamblea que debía votar los pliegos de Beccari y Villar y después completó el quórum de 26 que le permitió sesionar a Diputados.

El presidente de la comisión de Acuerdos Raúl Gramajo anunció que el dictamen de mayoría rechaza la designación de Beccari y de Villar en el Tribunal de Cuentas. Es el que firmaron los seis legisladores de la oposición: cinco del PJ (los diputados Julio Eggimann y Leandro Busatto y los senadores Rubén Pirola, Alcides Calvo y el propio Gramajo) y la diputada del PRO, Alejandra Vucasovich, pero que no se pudo tratar por falta de número. 

La tensión política entre el Frente

Progresista y los bloques opositores

quedó a la vista en el recinto.

"Nos parece bochornoso que no podamos debatir la integración del Tribunal de Cuentas", dijo Gramajo. Y advirtió sobre las cuatro "impugnaciones" que pesan sobre Beccari por una supuesta "incompatibilidad legal" y Villar por la "falta de antecedentes". Los planteos fueron hechos por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, el Colegio de Abogados de Santa Fe, el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas y el bloque de diputados del PJ que integran Héctor Cavallero, Silvia Simoncini, Roberto Mirabella, Patricia Chialvo y Germán Bacarela. "Es necesario discutir estos pliegos por la importancia del Tribunal de Cuentas, que se gane o se pierda, pero que los legisladores se puedan expresar", agregó.

Gramajo aprovechó para pasar una segunda factura política. Le pidió a Fascendini que el Frente Progresista baje al recinto "a sesionar" porque el Reglamento para investigar la conducta de fiscales y defensores penales debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa. La reforma a las leyes 13.013 (del Ministerio Público de la Acusación) y 13.014 (de la Defensa pública) que asignó esa potestad a los legisladores fue aprobada el año pasado. Y a seis meses, que aún no se haya avanzado en resolver esos legajos "es una vergüenza para la Legislatura", admitió Gramajo.

Tras el fracaso de la Asamblea, el Senado no sesionó y en Diputados, la oposición rompió el diálogo. Los jefes de bloques no asistieron a la comisión de Labor Parlamentaria y escamotearon el quórum. "A partir de ahora, el oficialismo va a tener que garantizar el quórum para empezar las sesiones", dijo el diputado Luis Rubeo. El problema --completó su colega Leandro Busatto-‑ es la insistencia del oficialismo en designar a funcionarios del gobierno en los órganos de control.