Sin mayores explicaciones, Subterráneos de Buenos Aires, la empresa que gestiona el subte porteño, había convocado a una audiencia pública para llevar el boleto a $10. La resolución fue publicada en el Boletín Oficial el último día hábil de 2016. Sin embargo, el lunes 2 de enero, el llamado fue desestimado por el Sbase con la excusa de que espera “nuevos datos técnicos adicionales” para validar la tarifa técnica.

“Fue un error”, dijeron desde el Gobierno porteño. Más allá de las idas y vueltas, en Sbase quieren aplicar un incremento de la tarifa, cuyo último aumento fue en octubre de 2016. Una importante fuente de ese organismo dijo a Página/12 que el próximo aumento está “confirmado” y estimó que el proceso se retrasará aproximadamente un mes. Es decir que regiría recién en marzo.  

Sobre el traspié administrativo, la misma fuente remarcó que el “Gobierno quiso suspender el anuncio y la audiencia pública porque quiere validar los costos con informes técnicos de universidades nacionales”. 

En la convocatoria luego suspendida, el directorio de Sbase, conducido interinamente desde septiembre por Edgardo Campelo, presentó a las autoridades porteñas un análisis de precios que lleva la tarifa técnica a $15,80, y con ese argumento sugiere subir el pasaje a $10.

Ahora Sbase quiere “profundizar los estudios de cada uno de los rubros involucrados” en la estructura de costos del servicio. La Facultad de Ingeniería de la UBA está elaborando un informe sobre los costos de operación. De esta manera, la empresa apunta a subsanar uno de los ítems más criticados por la oposición, la Auditoría Porteña –que objetó en reiteradas ocasiones la tarifa técnica presentada por el Gobierno- y la misma Justicia, que frenó alguno de los aumentos por esta cuestión. 

“Quieren refutar el informe técnico de la auditoría con un informe de la facultad, que no es vinculante. Hay que ver quién lo firma. Queremos ver qué dicen, qué acceso a la información tienen. ¿Quién les va a dar la información? ¿Metrovías? ¿Sbase? No quieren sincerar la estructura de costos, cómo es el mecanismo de beneficios del Grupo Roggio”, dijo a Página/12 el auditor porteño, Facundo Del Gaiso.

Para Del Gaiso la situación es “muy compleja”. “Aumentaron la tarifa un 666% en cinco años y siguen subsidiando a Metrovías en un 60 por ciento. Tendríamos que tener el mejor subte del mundo, pero acá murieron cinco trabajadores, las condiciones de trabajo son alarmantes, no hay protocolos de seguridad y el mantenimiento es escaso”, concluyó.