Serbia se presentó en el Mundial con un inapelable triunfo 1-0 sobre Costa Rica, que a pesar de contar con el aliento permanente de su parcialidad en un Samara Arena con más de 40 mil localidades vendidas, mostró muy pocas ambiciones. El capitán del conjunto europeo, Aleksandar Kolarov, marcó de tiro libre el único tanto del partido. El seleccionador centroamericano, Oscar Ramírez, admitió que con la caída de su equipo será “más complejo” clasificar en el Grupo E ante Brasil y Suiza, próximos rivales.
Serbia dio merecidamente un gran paso hacia el objetivo de clasificar a octavos, dado que siempre fue protagonista y acumuló méritos frente a un adversario más preocupado por protegerse que por agredir.
Es cierto que al conjunto de Mladen Krstajic no le sobraron las situaciones de gol. Y si el delantero Aleksandar Mitrovic hubiese estado más certero, el partido podría haber terminado con una ventaja mayor. Pero el 9 del Fulham inglés no pudo definir dentro del área una gran chance en la primera etapa y en el complemento tuvo otra idéntica que Keylor Navas le tapó.
Precisamente el arquero del Real Madrid fue el principal sostén del plantel “Tico”, que salió a jugar con cinco defensores, cuatro mediocampistas y un solo delantero: Marcos Ureña, quien jamás pudo poner en riesgo el arco defendido por Vladimir Stojkovic. Sin audacia, Costa Rica tuvo su única opción de gol con un cabezazo desviado del zaguero Giancarlo González. Muy poco para un seleccionado que fue cuartofinalista en el Mundial de Brasil.
Ya en el complemento, Mitrovic –una pesadilla para la última línea de Costa Rica, al igual que Tadic en el mediocampo– fue bajado desde atrás por Guzmán. Y en ese tiro libre Kolarov clavó un zurdazo pegado al palo, imposible para el 1 merengue. Pese a la derrota y el flojo rendimiento, miles de hinchas de Costa Rica no dejaron de cantar “¡Oee, Ticos, Ticos!”.