Desde Moscú

El primer impacto en el Mundial de Rusia llegó rápidamente, y nada menos que con el campeón del mundo. Alemania inició la defensa del título conseguido en Brasil pero lo hizo de la peor manera. El conjunto europeo perdió ante México en el debut de ambos en el Grupo F, y quedó evidenciado que el camino no le resultará sencillo si pretende llegar lejos en el certamen. 

El equipo alemán puso en funcionamiento toda su maquinaria en este Mundial, y si bien mostró algo de su habitual estructura apoyada en el orden y los movimientos en bloque, no logró tener el equilibrio necesario para prevalecer ante los mexicanos. Cuando el equipo se adelanta, trata de mantener la misma distancia entre todas sus líneas, pero en esta oportunidad no pudo conseguirlo, ante un rival que lo encontró desacomodado en muchas oportunidades.

Alemania inicia su juego en la seguridad del arquero Neuer que, a pesar de que llegaba al Mundial con una larga inactividad por una lesión, le transmitió tranquilidad a todos sus compañeros. Su presencia sigue generando sensación de invulnerabilidad, y si bien cuando fue exigido por los mexicanos respondió con acierto, en el gol de Lozano descuidó el palo que tenía que proteger, y la pelota se introdujo por un pequeño espacio. La definición del delantero del PSV holandés fue a los 35 minutos.

Los marcadores centrales son Boateng y Hümmels, quienes ayer no se complementaron de manera correcta, y cuando México llegaba por la vía del contrataque, los encontraba desacomodados y con espacio entre ellos para filtrar la pelota. El lateral derecho Kimmich fue el que se mostró más activo, recuperando la pelota y adelantándose por su franja para darle salida clara a su equipo. Del otro lado, Plattenhardt fue el más flojo de la última línea, y México sacó ventaja para desbordar con frecuencia por ese sector. 

Alemania tiene un esquema similar al de Argentina desde la mitad de la cancha hacia adelante. Los mediocampistas que recuperan la pelota son Kroos –estuvo cerca de convertir con un tiro libre que dio en el travesaño– y Khedira, pero con la diferencia que ellos tienen mayores recursos técnicos que Biglia y Mascherano. Unos metros más adelante se ubican Müller, Özil y Draxler, que son los encargados de armar el juego ofensivo del equipo. De los tres, el que se ubica más cerca del área es Müller, que busca instalarse cerca del único centrodelantero, Werner. 

Müller, en varias situaciones, se superpuso con Werner en el centro del ataque, debido a que es el lugar que suele instalarse cuando se desempeña en el Bayern Munich. El problema que tuvo ayer Alemania fue que aquélla línea de mediocampistas no pudo combinar con precisión, y la pelota no podía llegar clara a la zona de definición. El técnico Joachim Löw hizo ingresar en el segundo tiempo a Reus para tratar de tener mayor control de la pelota, pero no pudo lograrlo con continuidad. En ese período, Alemania hizo que el duelo se desarrollara en el campo de los mexicanos, aunque le costó romper el cerco defensivo de México.

El conjunto del colombiano Juan Carlos Osorio hizo un planteo inteligente: esperó en su campo a los alemanes y cuando recuperaba la pelota salía rápidamente hacia adelante, para aprovechar la velocidad de Lozano y Gallardo. Y además del gol, se acercó muchas veces con peligro aprovechando los errores posicionales de los europeos. Más allá de que no mostró grandes recursos, México hizo un gran despliegue físico para que no se notaran las diferentes capacidades entre ambos conjuntos. Osorio hizo ingresar al experimentado Rafael Márquez en los últimos 12 minutos, para reforzar la última línea ante la insistencia de los alemanes por llegar a la igualdad.

Del otro lado, Löw le dio lugar al también veterano Mario Gómez para tratar de conseguir al menos un punto, pero el jugador del Stuttgart nunca pudo rematar al arco con comodidad. La desesperación se fue apoderando de varios jugadores alemanes, que llegaron al final del encuentro sin la lucidez necesaria para evitar la derrota.