El Tribunal Oral Nº4 condenó a prisión perpetua a Gabriel David Marino (25) por el travesticidio de la referente y militante por los derechos LGBTI, asesinada de 13 puñaladas en su departamento de Flores, en 2015. Los jueces consideraron a Marino como el coautor del "homicidio agravado por odio de género y violencia de género" y confirmaron que se trató de “crimen de odio a la identidad travesti”. Familia, amigos y organizaciones sociales esperaron la sentencia en la puerta de los tribunales.
En un fallo histórico, los jueces Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez confirmaron que además del crimen de odio “medió violencia de género”. Para la fiscalía y la querella, se trató de una sentencia histórica ya que el Poder Judicial reconoció que el asesinato de Diana “fue un crimen de odio y por prejuicio a su identidad de género travesti y que este Poder Judicial se exprese por primera vez en la historia sobre la muerte de las travestis y reconozca que esto fue un travesticidio", indicaron en un comunicado de prensa, antes de que se conociera la sentencia.
Marino (25) fue condenado a perpetua, tal como lo solicitaron la fiscalía y las dos querellas, que agrupan a representantes de la familia de la víctima y al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
La audiencia fue transmitida por pantalla afuera de la sala, mientras que en la plaza Lavalle se realizó una radio abierta y transmisión en vivo para recordar a la víctima, impulsora de las leyes de Identidad de Género y de Cupo laboral trans.
En la etapa de alegatos, el fiscal Ariel Yapur consideró a Marino responsable del "homicidio triplemente agravado por odio de género, por violencia de género y por el vínculo" de Sacayán (40) y señaló la "inmensa responsabilidad institucional" que posee la causa por la "dimensión de Diana como víctima" y por "el interés especial" que organizaciones internacionales tienen sobre el tema.
"El caso de Diana es un caso testigo de las violencias contra las mujeres trans", agregó sobre el asesinato de Sacayán, cometido entre la noche del 10 y la madrugada del 11 de octubre de 2015.
Por su parte, la representante de la familia de Sacayán, Luciana Sánchez, dijo ante los jueces que éste fue un caso "fundacional" y que resaltó el "impacto" que tuvo en la comunidad, y suscribió la pena solicitada por la fiscalía.
En tanto, el abogado Ricardo Kassargian, querellante por el INADI, acompañó lo solicitado por sus colegas de la acusación y destacó en su alegato "el valor de las palabras": "Si matan al padre, se habla de parricidio; si matan a un hijo, se habla de filicidio; al hermano, fraticidio... Entonces, cuando matan a una travesti por su condición de tal, se debe hablar de travesticidio".