La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) espera que los diálogos de paz para Colombia que se desarrollan en La Habana “puedan proseguir” y “avanzar” con el nuevo gobierno del derechista Iván Duque, y que los acuerdos que se logren en esas conversaciones “sean respetados”. Al mismo tiempo, la otrora guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llamó “a la sensatez” al delfín de Alvaro Uribe, dado que en su discurso de victoria Duque anticipó “correcciones” al pacto de paz.
Tras vencer en la segunda vuelta al candidato izquierdista Gustavo Petro, Iván Duque dijo que no hará “trizas” el acuerdo de 2016 pero sí realizará “correcciones para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación”. En la campaña prometió revisar lo acordado con respecto a la participación en política de los jefes rebeldes. FARC, ahora un partido de izquierda que ha descartado el regreso a las armas, alertó que “burlar” lo acordado no puede ser un “plan de gobierno”. Al mismo tiempo, propuso una reunión con Duque para conocer los correctivos que pretende incorporar al pacto que desarmó a 7.000 rebeldes y ha evitado 3.000 muertes al año.
Junto al apoyo de la élite política y empresarial, el uribista Duque cuenta con mayorías en el Congreso. Así, podría asegurarse, como ofreció en campaña, que los jefes rebeldes culpables de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y no ocupen ninguno de los diez escaños parlamentarios reservados a la ahora Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
De su lado el ELN reaccionó con cautela y expectativa. “Las conversaciones que desarrollamos esperamos que se puedan proseguir, que puedan avanzar con el nuevo gobierno, y que los acuerdos de paz que vienen sean respetados”, dijo el jefe de la misión negociadora del ELN, Pablo Beltrán, en una declaración difundida en Twitter por la delegación de paz de esa guerrilla.
“Aquí (en La Habana) esperamos la delegación que nombre el nuevo presidente”, añadió Beltrán, subrayando que el ELN tomó nota de que Duque, elegido presidente de Colombia el domingo, “va a gobernar para todos los colombianos”.
En un nota de prensa, divulgada en internet, el jefe guerrillero también dijo a Duque que el resultado de las elecciones demuestran que “una inmensa mayoría” de los colombianos “no quiere la guerra”, lo que obliga tanto al nuevo gobierno como al ELN “ha trabajar con intensidad para terminar el conflicto”.
Asimismo, recordó al mandatario electo que “la paz no es un capricho del gobernante de turno”, sino “un anhelo colectivo y no se logra con el mero silencio de los fusiles”. “Mientras las razones de fondo del conflicto estén intactas no podremos hablar de construcción de paz”, añadió Beltrán, reiterando que “el ELN está en la mesa y dispuesto, como hemos insistido, a conversar con el futuro gobierno”.
La última guerrilla activa reconocida en Colombia y el gobierno de Juan Manuel Santos iniciaron diálogos de paz en febrero de 2017 en Ecuador, pero Quito se marginó como sede y garante el pasado 20 de abril tras inusitados ataques y secuestros adjudicados a disidentes de las disueltas FARC.
La sede de las conversaciones pasó a La Habana, donde las partes culminaron el viernes el quinto ciclo de sus conversaciones, sin alcanzar el alto al fuego bilateral, aunque entonces aclararon que continuarán trabajando en ello.