PáginaI12 En rusia
Desde Moscú

La lejanía de Moscú con Buenos Aires es enorme, y las distancias se agrandan aún más en relación al funcionamiento del sistema social. El público suele ser respetuoso, por ejemplo, con los carriles que debe ocupar para dirigirse hacia distintas direcciones, ya sea cuando lo hace a pie dentro de los transportes públicos, o también si se desplaza en sus vehículos particulares. Esas diferencias parecen haber contagiado también a los hinchas argentinos que se están moviendo por aquí, en relación a lo que esperan sobre el futuro del equipo de Jorge Sampaoli. El pesimismo que llega desde Argentina acerca de lo que pueda lograr el conjunto nacional, contrasta con la expectativa que transmiten los que llegaron a este país para vivir el Mundial en vivo.

El empate ante Islandia en el debut fue tomado con naturalidad por ellos, y no dudan de que la Selección logrará los puntos necesarios para alcanzar la clasificación a la próxima instancia. En los alrededores de la Plaza Roja, o sobre la peatonal Arbat, los simpatizantes suelen mostrarse a toda hora del día, y no dejan de exhibir confianza y optimismo sobre lo que vendrá.

Juan Pablo es de Entre Ríos y trabaja para el consulado argentino en Moscú. El no puede revelar su apellido por cuestiones de seguridad, y cuando PáginaI12 intentó obtener su teléfono para el caso de alguna necesidad logística, respondió que tenía que pedir permiso a sus superiores para entregarlo. Para él “es una felicidad muy grande ver tanta gente de Argentina. Yo estoy hace cuatro años trabajando acá, y realmente me siento como que hubiera regresado a mi país por un tiempo”. Juan Pablo es de Gualeguay, y es hincha de Gimnasia y Esgrima de esa provincia. 

Al igual que el diplomático, son muchos los que consideran que no habrá inconvenientes para que Argentina llegue lejos en el torneo. La manera de vivir el Mundial en el mismo lugar donde se desarrolla genera una adrenalina especial, y tal vez por ello el sentimiento es muy particular. En el país más grande del mundo no hay lugar para reproches o lamentos, sino que se trata de que la experiencia quede en los anales de cada uno.

Con familiares, amigos, o en muchos casos con otros argentinos que se conocieron en este mismo lugar, se muestran exultantes y con mucha alegría. La camiseta argentina se luce con mayor predominio, pero también aparecen las de Boca, River, Racing, San Martín de Tucumán, el último ascendido a Primera División. Y cuando son consultados, ellos apuestan alto por el lugar que ocupará finalmente el seleccionado en la Copa del Mundo. “No pasa nada por lo del otro día, a veces pasa que no se gana el primer partido, pero no hay que preocuparse”, explica Fabio, de Caballito, que llegó a Moscú con su hijo de seis años, que no se saca por nada la remera de Ferro. 

Los argentinos que circulan por Moscú tuvieron ayer la posibilidad de compartir un evento en el Mart Café, cerca del Kremlin, organizado por una marca de una bebida. En ese lugar, los presentes no evidenciaron ninguna muestra de disgusto por la imagen que exhibió el seleccionado el sábado último, y se dedicaron a alentar al equipo con las canciones típicas de los mundiales. La ilusión permanece intacta, y recién el jueves se sabrá si se mantendrá vigente.