Con todo un arsenal de medidas apuntando al frente cambiario, el Banco Central logró ayer mantener el precio del dólar debajo de 29 pesos. En bancos y agencias de cambios descendió 45 centavos a 28,40 pesos. En el mercado mayorista la baja fue de 52 centavos hasta los 27,58 pesos, con un volumen acotado de operaciones a la espera de conocer el precio que pudiese ofrecer el Central las divisas en su licitación. La entidad que conduce desde el viernes el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo, hizo la primera subasta de dólares entregando 175 millones, mientras se aguarda por la reglamentación de una serie de cambios regulatorios para limitar la liquidez de los bancos y el acceso a la compra de dólares. También se avanzó en la colocación de bonos para con lo producido canjear letras del BCRA. Se definieron más compromisos para el ingreso de dólares: a los 7500 millones de dólares del primer desembolso de Fondo Monetario, el equipo económico confirmó un acuerdo con cerealeras para que liquiden unos 4000 millones en los próximos dos meses. Las reservas cayeron en 182 millones de dólares hasta los 48.285 millones. Las acciones argentinas se desplomaron en Buenos Aires y Nueva York (ver aparte).
En un escenario de corrida contra el peso, Caputo enfrenta hoy el segundo “supervencimiento” de Lebac, que acumula un stock de 1,2 billones de pesos, de los cuales la mitad vence hoy. El BCRA recompró en los últimos días parte de esos papeles y, según cálculos del mercado, la cifra se acerca hoy a los 500.000 millones. El mejor escenario posible para el flamante banquero central es tratar de minimizar el traspaso de los pesos del pago este vencimiento al dólar. Es por eso que Caputo puso en marcha una serie de medidas para restringir el acceso a la divisas, aunque en el largo plazo pueda generar riesgos adicionales.
Para ganar tiempo hasta que comiencen a llegar los dólares del FMI, el Central trata de cerrar canales de dolarización y mostrar un techo en torno a los 29 pesos, precio al cual el flamante ministro de Producción, Dante Sica, asegura que es cómodo para muchas actividades. No lo es para los salarios.
Durante la jornada de ayer, Caputo y su vice, Gustavo Cañonero, se reunieron con los economistas Eduardo Levy Yeyati, Miguel Angel Broda, Daniel Artana y Miguel Kiguel para brindarles detalles sobre las medidas.
El Central no puede esperar el ingreso de los 7500 millones de dólares del Fondo y comenzó a gastar a cuenta. Inició ayer la subasta de dólares. Puso a disposición del mercado hasta 400 millones de dólares que subastó por bloques, de los cuales colocó 175 millones. El resto se colocaría hoy. Los bancos pudieron comprar a distintos precios hasta tres paquetes de subastas por múltiplos de un millón. La lógica de la medida es conseguir un precio menor al de la plaza mayorista, con lo cual se busca desincentivar la adquisición de dólares en el mercado. La subasta finalizó con un precio por dólar de 27,49 pesos, menor a los 27,58 con que cerró en el segmento mayorista. La brecha fue inferior a lo esperado por inversores, quien esperaban que el castigo –el precio de la subasta con respecto al cierre– fuese mayor a los 9 centavos que “les hizo perder” a los que eligieron el canal de compra tradicional.
El mecanismo tuvo un efecto limitado en la demanda de dólares en la plaza cambiaria, donde se negociaron 489 millones de dólares, un monto no despreciable si se toma en cuenta que al final del día de ayer se iban a subastar otros 400 millones. Es por eso que el Central además volverá a recortar el límite permitido de tenencia de dólares de los bancos, que se conoce como posición global neta de divisas, llevándola del actual 10 por ciento al 5 por ciento. En mayo pasado, durante la corrida previa al anterior supervencimiento de Lebac, lo había recortado de 30 a 10 por ciento con casi nulo efecto en el mercado. También aumentará el encaje en un 5 por ciento a partir del jueves, cuando se efectivizará el pago de las Lebac. El encaje es la parte de los depósitos que los bancos están limitados a inmovilizar a tasa cero como seguro de liquidez para atender el retiro de dinero de los clientes. Esto achica el margen de los bancos para utilizar los pesos en la compra de dólares, mientras aparecen los dólares del Fondo y los acordados con el agro.