Luego de semanas de hacer de cuenta que el caso no existía, el gobierno nacional finalmente salió a despegarse del intendente de Paraná, el radical Sergio Varisco, que fue procesado ayer por haber sido presuntamente parte de un acuerdo con el narcotraficante Daniel “Tavi” Celis, uno de los mayores aportantes de la campaña de Cambiemos en la capita de Entre Ríos. La encargada de encabezar el operativo despegue de Varisco fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sostuvo que el oficialismo no defenderá a “quien se ponga del lado equivocado”. En la Cámara de Diputados, no obstante, continúan protegiendo a la diputada Aída Ayala, procesada por pregunto lavado de dinero.
El Gobierno viene evitando lo mejor posible hablar sobre la investigación que involucra a Varisco y que lleva semanas de escándalo en escándalo en la capital entrerriana. Una de las primeras medidas que sacudieron el entorno del intendente de Cambiemos fue la orden de prisión preventiva que el juez federal Leandro Ríos dictó contra dos personas cercanas a Varisco: el concejal de Cambiemos Pablo Hernández y la subsecretaria de Seguridad de Paraná, Griselda Bordeira. En esa oportunidad, también fue Bullrich la elegida para tomar distancia de lo que sucedía: “En nuestro gobierno (Cambiemos) el que las hace, las paga, y los funcionarios que tengan cualquier tipo de contacto con el narcotráfico dejan de ser funcionarios para ser narcotraficantes”, aseguró.
No obstante, pese a estar investigado hace un año, Varisco siguió contando con la posibilidad de ser recibido en la Casa Rosada. Pocos días después de declarar como imputado ante la justicia federal, el intendente de Cambiemos viajó a Buenos Aires y se reunió en la Casa Rosada con el presidente Mauricio Macri, con la ministra Bullrich y con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien además es ex interventor del PRO entrerriano y promotor de las alianzas políticas en la provincia.
Además, Varisco –radical de origen– también había recibido el respaldo de otra de las aliadas clave de Cambiemos, Elisa Carrió, quien participó de la campaña del intendente de Paraná. No solo eso: también consiguió que su referente local, Rosa Hojman, fuera designada por Varisco como titular de la subsecretaría de Ambiente Sustentable de Paraná.
Durante la campaña de 2015 no fue ningún secreto la relación de Varisco con Celis, quien viene siendo investigado como la cabeza de una red narco desde 2010, al menos. De hecho, Varisco se mostró públicamente al lado de Celis. Nada de esto podía ser desconocido por los referentes de Cambiemos que avalaron al intendente y que hoy buscan despegarse.
Ya en 2010, como informó PáginaI12, la revista Análisis denunció a Celis como el presunto jefe del narcotráfico en Entre Ríos. En noviembre de ese año, se publicó una entrevista en la que negó todas las acusaciones, pero destacó su relación con el futuro intendente de Cambiemos: “Muchas veces he trabajado en los barrios para los radicales y en especial para Sergio Varisco”.
En plena campaña, las acusaciones volvieron a surgir. Un periodista de Canal Once de Paraná le hizo la pregunta de rigor al candidato Varisco y entonces fue él quien negó la relación y las acusaciones. “¿Y por qué cree que a usted lo vinculan con el narcotráfico?”, lo consultó el cronista Nicolás Blanco. “Porque no encontraron otras cosas o por las alianzas que yo hago o por cualquier cosa”, se escudó el intendente de Cambiemos.
Ayer, con el procesamiento volviéndolo radioactivo al dirigente radical, Bullrich tomó una vez más distancia de su situación judicial: “El intendente de Paraná, Sergio Varisco, acaba de ser procesado por vínculos con el Narcotráfico”, escribió en su cuenta de Twitter. “Quien se ponga del lado equivocado tendrá su castigo. Para nuestro Gobierno no existen amigos ni privilegios que nos frenen en nuestro camino hacia una Argentina sin narcotráfico”, aseguró.