Rusia batió 3-1 al Egipto de Héctor Cúper en el estadio de San Petersburgo de la isla de Krestovsky, en un encuentro que inició la segunda rueda del Grupo A y que transformó al conjunto que dirige Stanislav Cherchesov en el primer clasificado a octavos, pese a iniciar el Mundial como el peor seleccionado en el ranking FIFA. Al inicio del complemento Ahmed Fathy anotó en contra; Denis Cheryshev y Artem Dzyuba aumentaron la cuenta para los locales. Mientras que el reaparecido Mohamed Salah, que no jugó en la caída 1-0 de su equipo ante Uruguay por lesión, descontó de penal. No obstante, la suerte de los africanos estaría sellada en la primera fase.
En la previa, la presencia del delantero del Liverpool de Inglaterra como titular de los Faraones ilusionó a sus hinchas. Hasta su entrenador vivió el himno de Egipto con emoción. Pero 90 minutos después, el ex jugador de Ferro no logró cortar la racha de los DT argentinos que no pueden sumar de a tres.
Empujado por su gente, el local venía agrandado tras golear 5-0 a Arabia Saudita en el debut. Pero el juego de Rusia es rústico y no le sobra mucho para llegar al arco de enfrente. Por eso se repetía en centros que cruzaban el área egipcia con cierto peligro, pero poco más. A su turno, los Faraones insinuaban más toque, aunque les faltaba profundidad. Y Salah acaso sufra en Egipto el síndrome de Lionel Messi en la Selección, dado que ninguno de los dos cuenta con socios con los que ejecutar una buena partitura.
De vuelta de los vestuarios, una jugada ordinaria abrió el marcador. Zobnin le pegó mordido y Fathy, en afán de despegar, la metió en su propio arco. Enseguida Salah casi lo empata. Pero en una contra, Mario Fernandes llegó a posición de ataque y cedió al goleador Cheryshev (ya suma tres tantos), que no perdonó. Y con el gol de Dzyuba, los Faraones se desinflaron. El tanto de penal –concedido vía VAR– que convirtió Salah fue sólo un consuelo.