PáginaI12 En Rusia
Desde Moscú
El Mundial de Rusia avanza casi sin molestar a los moscovitas por las calles de la capital del país organizador. Ni la goleada en el debut del seleccionado local despertó el interés de una sociedad a la que el fútbol le es tan indiferente como el hockey sobre hielo lo es para los argentinos. Basta como prueba el hecho de que la impresionante y bella red de subte –que cuenta con 365 kilómetros de tendido, 212 estaciones, 19 líneas y una frecuencia entre formaciones de un minuto– transmite en directo y en modernos televisores Led todos y cada uno de los partidos del Mundial, suscitando sólo la atención de los miles de hinchas de distintas naciones que viajaron a vivir la Copa del Mundo. Los rusos, sean hombres o mujeres, jóvenes o adultos, ni siquiera pispean esas pantallas. Ni la curiosidad antropológica los lleva a intentar comprender qué desata tanta pasión en esos turistas eufóricos que coparon Moscú. En ese contexto, tan gélido como indiferente, TNT Sports organizó una cobertura especial del Mundial de once horas diarias transmitiendo en directo desde Rusia, apostando más a la información y al análisis sobre los que pasa en el campo de juego que al mero “color” de la calle o a la discusión sin sentido en busca de rating. “Tratamos de hacer honor a nuestro slogan de que jugamos distinto y por eso entendemos que el Mundial debe ser un momento hermoso para el futbolero, para verlo pero también para pensarlo sin necesidad de desvirtuarlo”, le explica a PáginaI12 Hernán Castillo, quien junto a Hernán Feler es el encargado de encabezar la cobertura para el canal deportivo premium.
TNT Mundial es el nombre del operativo Rusia 2018 del canal de fútbol de Turner que nació hace menos de un año, con la creación de la Superliga Argentina de Fútbol. En su primer Mundial, la pantalla planificó una cobertura ininterrumpida de once horas diarias, haciendo base en Moscú con Castillo y Feler, y contando con Vero Brunati desde la concentración y las crónicas de Diego Della Sala desde la calle. El desafío de la cobertura de TNT Sports en Rusia es doble. No sólo por lo que significa el Mundial, sino porque a diferencia de lo que ocurre en la Argentina, donde tienen los derechos de transmisión de los partidos de la Superliga, no poseen la posibilidad de emitir ningún cotejo de la cita mundialista. ¿Cómo planificar una transmisión en vivo y en directo durante todo el día con el condicionamiento que impone no poder transmitir los partidos?
“Contamos con los derechos de los Highlights, que nos permiten pasar un resumen de un minuto en la primera hora post partido, tres minutos en las siguientes y a partir de las 18 hora argentina podemos pasar todo el partido, si queremos. Y eso es porque tenemos ese tipo de derechos. Los canales que no tienen ningún derecho sólo pueden pasar fotos, hasta que termina la jornada, cuando se libera todo el material”, explica Castillo, desde el Hotel Mamaison de la capital rusa, donde TNT Sports tiene ubicado los estudios desde donde se realiza la transmisión.
Esa “supuesta dificultad”, señalan, vuelve más enriquecedor el ejercicio del periodismo deportivo televisivo que pueden ofrecer desde la flamante pantalla. Al ser un canal nacido recientemente, la búsqueda que persigue es la de diferenciarse del resto desde la rigurosidad y el debate, sin llegar nunca al escándalo producido o real entre los distintos profesionales que forman parte del staff. “El elogio más grande que podemos recibir –se apresura a señalar Castillo– es cuando nos paran en la calle y nos dicen: ‘por lo menos ustedes no gritan’. El público después elige. A mucha gente le pueden gustar la polémica y los gritos, pero creo que hay un sector de los futboleros a los que los aburre mucho ese lugar que la mayoría de los canales deportivos eligen para contar la actualidad del fútbol. Nosotros apuntamos a atraer a un público menos sanguíneo.” Feler agrega: “Tratamos de no trasladar a la pantalla ni las formas ni los excesos que pasan en una mesa de bar”.
La participación de intelectuales y artistas en el programa de análisis que la señal programa una vez terminados los partidos que juega la Selección argentina en el Mundial es un ejemplo de esa búsqueda de distinción. Con la conducción de Angela Lerena, Diego Peretti, Martín Caparrós, Daniel Balmaceda, Eduardo Sacheri y, alternadamente, Hernán Casciari e Iván Noble son los que tratan de analizar lo que sucede con el equipo de Lionel Messi, desde un lugar muy diferente al que ocupan los “especialistas”. Otra distinción es la participación de periodistas femeninas en la señal, que aportan una mirada propia y profesional sobre el fútbol. “No hay canal deportivo en Argentina que tenga tantas mujeres: están Lerena, Brunati, Magui Aicega, Rochi Cuenca, Flor Meñon, María Onega, Ivana Nadal”, enumeran.
En relación a las particularidades de esta Copa del mundo, ambos periodistas coinciden en señalar que hay poco clima mundialista, reducido a los alrededores de la Plaza Roja. “No hay llamadores en cualquier lugar como ocurrió en Brasil, que es un país recontra futbolero, tenías el Mundial en cada esquina”, analiza Feler. “En este, en cambio, hay menos clima de Mundial, por la indiferencia de los rusos y por las dimensiones del territorio. Si uno no estuviese trabajando y caminara por la calle, uno supondría que está de vacaciones en Moscú.”
El privilegio de estar cubriendo un Mundial en el lugar de los hechos es el sueño del pibe hecho realidad, pero tiene sus complicaciones. La más evidente, aunque no por eso más conocida, es que la posibilidad de los periodistas de ir a los estadios a ver partidos es ínfima. Bien lo sabe Castillo, que se encuentra en Rusia cubriendo su quinto Mundial, y Feler, que está disfrutando de su tercero. “Es muy raro”, detalla Castillo. “En mi caso –agrega– es el primer Mundial que no cubro a la Selección argentina. De hecho, no pude mirar ningún partido de los últimos cuatro mundiales, porque lo único que hacía era estar en la puerta de la concentración de Argentina. Ni en Brasil podía ver los partidos por el teléfono, porque ni siquiera existía esa posibilidad.”
La paradoja de estar en el lugar en el que se disputa el Mundial de fútbol pero no ver ningún partido es uno de los inconvenientes con los que se topan buena parte de los periodistas deportivos, especialmente los cronistas de concentraciones de seleccionados. Durante el mes en que se disputa el torneo, se trabaja más de 12 horas diarias. ¿Es posible disfrutar de un Mundial estando tantas horas al aire y casi sin posibilidad de ir a ver algún partido? “Estar en un Mundial –aclara Feler– es un privilegio y una satisfacción enorme. Todos soñábamos con esto, primero como hinchas y luego como periodistas. Cuando llegás a un lugar como este, donde todo el mundo quiere estar, de lo poco que dormís y de lo mucho que trabajás te olvidás rápidamente. Si estás acá y te quejás, sos un desagradecido.”