La directora de cine Lucrecia Martel escribió una carta dirigida al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y a diputados y senadores provinciales, a quienes les exigió que apoyen la legalización del aborto. “Senadores Juan Carlos Romero, Rodolfo Urtubey y Cristina Fiore están escribiendo la historia”, manifestó y les pidió que “si tienen conflictos con sus creencias religiosas, absténganse de votar. Y salgan a la calle” para que puedan ver y escuchar a las mujeres que se manifiestan a favor de la ley. También denunció que en la provincia hay muchas mujeres que mueren por abortos clandestinos o que son víctimas de violencia de género. “Venimos a reclamar nuestro derecho a decidir sobre nuestras vidas”, afirmó la directora de Zama.
Luego de la media sanción del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), Martel escribió esta carta a la que adhieren artistas argentinas y organizaciones políticas y sociales. “Los diputados han avalado con su voto la clandestinidad. Los hemos escuchado. Tuvieron tiempo para preparar sus discursos, sabiendo que éste era un debate histórico, que sus palabras iban a quedar para la posteridad, que es infinita”, afirmó la cineasta. Mencionó los casos particulares de los legisladores salteños Alfredo Olmedo, Martín Grande, Miguel Nanni, Miguel Zottos cuyas exposiciones calificó de “pobrísimas intelectualmente, flacas en datos, abundantes en lugares comunes y metáforas absurdas”.
En su discurso, Olmedo propuso hacer, en caso de que salga la ley, “un cementerio para las víctimas del aborto” para que no se hagan “negocios” con sus células. Por su parte, el diputado Grande comparó a las mujeres con marsupiales al plantear que “si tendríamos el mismo sistema y los bebés estarían prendidos a la teta de sus madres cuando llega el momento del aborto, sería tan fácil tomarlos y tirarlos a la basura como pretenden algunos dentro de este recinto”. Como consecuencia de esas intervenciones, “hasta los ciudadanos salteñas y salteños que aplaudieron el voto en contra del aborto legal, lo hicieron con vergüenza”, sostuvo Martel.
El resto de los diputados de la provincia, Javier David, Pablo Kosiner, Sergio Leavy, votaron en contra de la ley y no pronunciaron ningún discurso porque, según la cineasta, “no sabían qué decir o porque el grito de las mujeres que llegaba desde la calle hacía tambalear sus ideas”. Les advirtió que “el silencio en estas circunstancias históricas es cobardía. Por silencio o falta de compromiso, las salteñas y los salteños nos quedamos sin respuestas”.
La directora de cine destacó que todas las exposiciones que se hicieron en el Congreso, tanto en contra como a favor de la IVE, coincidieron en señalar que la educación es un factor fundamental para reducir la cantidad de abortos. “En pobreza e ignorancia el norte argentino tiene las cifras más altas. Y es la región que más votos ha dado para mantener el aborto a espaldas de la salud pública. No es casual”, aseguró.
Debido a la fuerte influencia de la Iglesia, las provincias del norte son las más reticentes a aplicar la ley nacional de Educación Sexual Integral (ESI), sancionada en 2006. Además, hace apenas unas semanas el gobernador Urtubey accedió a aplicar el protocolo nacional de aborto no punible luego de la polémica que generó el caso de una nena de diez años embarazada a causa de la violación de su padrastro. El protocolo se elaboró en 2015 de acuerdo a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de 2012.
Martel también se mostró preocupada porque la región tiene “las cifras más altas en violencia de género, femicidios, asesinatos de travestis y trans”. Según un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación, en 2017 Salta fue la segunda provincia con más femicidios por cantidad de habitante con 1,6 por ciento, equivalente a 24 casos.
Ese mismo año, de acuerdo a un documento que presentó la Federación Argentina LGBT, Tucumán y Salta son de las provincias con más crímenes de odio por la orientación sexual o identidad de género de las víctimas. “¿No ven el desprecio que hay por lo femenino? ¿No ven que la costumbre de negar la realidad deja tendal de muertas?”, preguntó Martel y les pidió a los Senadores que le presten atención a estas estadísticas.
Acusó a los gobiernos de la región de haberse resistido históricamente a “la educación sexual libre de dogmas religiosos” y a la educación pública laica. “Han gobernado libremente con sus ideas todo estos años y las muertes de mujeres no paran”, afirmó la prestigiosa cineasta y advirtió que “la vida humana está en riesgo cuando la necedad gobierna”.
Martel terminó su carta enviándole un abrazo a las mujeres salteñas que abortaron, a las familias que perdieron a una integrante por un aborto clandestino y llorando “por todas las mujeres que han muerto maltratadas por médicos insensibles y rodeadas de policías pidiéndoles declaraciones”.