Obtener un título de posgrado es cada vez más importante. Ya no alcanza con una licenciatura para ejercer muchas profesiones dado que hoy existen más exigencias de conocimientos específicos y de una especialización de la capacitación. En ese sentido, los estudios de posgrados se constituyen como una cuestión estratégica para el crecimiento y el desarrollo del país.
Según la Ley de Educación Superior, se reconocen tres tipos de carreras de posgrado: especializaciones, maestrías y doctorados, las cuales tienden al logro de diferentes objetivos. La especialización tiene el fin de profundizar en el dominio de un área determinada dentro de un campo profesional e incluye un componente de práctica intensiva. La maestría, en tanto, se propone brindar una formación académica o profesional correspondiente a una disciplina, área interdisciplinaria o campo profesional. El doctorado, por su parte, tiene por objeto lograr aportes originales y debe centrarse, fundamentalmente, en torno a la investigación.
Si bien en la historia de la universidad argentina la política universitaria no privilegió al sistema de posgrado porque la enseñanza de grado fue la prioridad que la constituyó, desde hace varios años el cuarto nivel educativo se fue expandiendo por todo el territorio nacional.
En 2002, existían 1950 posgrados, tanto de instituciones públicas como privadas (316 doctorados, 738 maestrías y 896 especializaciones). En 2018, la oferta se incrementó a 3168 posgrados acreditados por la CONEAU (453 doctorados, 1059 maestrías y 1656 especializaciones). El crecimiento de la oferta estuvo determinado, en mayor medida, por la expansión de las especializaciones y las maestrías, frente a los doctorados que mostraron un menor crecimiento.
Según la Dirección de Relaciones Institucionales de la Universidad Católica Argentina (UCA), “en la última década puede observarse un crecimiento sostenido en la oferta de carreras de posgrado en las universidades públicas y también en las privadas. Pero del mismo modo, también se ha expandido notablemente la oferta de carreras de grado y pregrado, en el marco de un mayor acceso a la educación superior (…) La necesidad de formación de posgrado se enmarca, entre otras cuestiones, en las demandas del mundo profesional, en los requisitos del sistema científico tecnológico y, en última instancia, en el deseo personal de capacitación continua.”
El universo estudiantil
El sistema argentino de educación universitaria se conforma por 131 instituciones de educación superior, 66 son de gestión estatal y 63 de gestión privada. Además, existe una universidad internacional y una sede de universidad extranjera. Según los últimos datos estadísticos ofrecidos por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación, de los 2.100.091 alumnos que estudiaron carreras durante 2016, 160.672 corresponde a aquellos que eligieron cursar posgrados.
Además de haber crecido el número de ofertas de estas carreras durante los últimos años, también se incrementó el número de estudiantes que optaron por seguir estudiando luego de obtener el título de grado. En 2001, 27.928 alumnos estudiaron carreras de posgrado en todo el país, mientras que, en 2016, la cifra ascendió, como mencionamos anteriormente, a 160.672. El 80% estudió ese año en instituciones universitarias de gestión pública (122.550) y el 58% corresponde a mujeres.
En relación a las especializaciones, de 2001 a 2016 la población estudiantil creció de 9.931 a 67.863. Las maestrías, en cambio, pasaron de tener 14.325 alumnos a 61.645, mientras que los doctorados alcanzaron 26.568 estudiantes frente a los 3.672 que cursaron en 2001. Así, del total de estudiantes en 2016, el 43% se concentra en especializaciones, el 39% en maestrías y el 17% optó por carreras de doctorado.
Las carreras más elegidas
Derecho, Medicina, Administración/Dirección, Ciencias de la Educación, Ciencias Sociales y Psicología fueron las carreras de posgrado más elegidas por los estudiantes durante 2016. Así también lo expresan los datos de la SPU.
A pesar de la diversidad de ofertas, solo seis grupos de carreras suman cerca del 50% del total de estudiantes. Derecho lidera con 24.045 inscriptos, el segundo lugar lo ocupa Medicina con 17.256 y el tercer puesto Administración / Dirección con 13.027. La carrera de Ciencias de la Educación es la cuarta opción valorada dado que en 2016 cursaron 8.666 alumnos, mientras que Ciencias Sociales y Psicología se convirtió en la quinta y la sexta alternativa con 7.513 y 6.813 estudiantes.
En términos más generales, el 44% de los alumnos optaron por carreras de posgrado en la rama de las Ciencias Sociales (70.909), el 20% por las Ciencias Humanas (31.838), el 17% por las Ciencias de la Salud (26.756), el 14% por las Ciencias Aplicadas (22.949) y el 5% por las Ciencias Básicas (8.066).
El financiamiento de los posgrados
A diferencia de las carreras de grado, en las universidades públicas argentinas las actividades de posgrado son aranceladas. Algunos de los posgrados profesionales (especializaciones y maestrías) están relacionados con el sector de los negocios, el productivo y el de la administración. Muchos son pagados por las empresas donde trabajan los estudiantes y muchos otros cubiertos por los propios alumnos.
Si bien las universidades argentinas ofrecen cientos de posibilidades para formarse a nivel de posgrado, este tipo de formación no es accesible para todos debido a los altos costos que puede implicar. No obstante, existen programas de becas que permiten a los estudiantes cubrir los gastos implicados en hacer un posgrado. Algunos ejemplos: en el caso de las especializaciones médicas, muchas de las residencias son financiadas por el Estado nacional, provincial o municipal; y los posgrados de las Ciencias Exactas y Naturales son financiados, muchos de ellos, mediante becas del CONICET y de las propias universidades.
Doctorados, maestrías y especializaciones
Sin duda, el predominio de los doctorados en el sector estatal está vinculado con el sistema de becas de CONICET. Si se focaliza en estos becarios, se puede identificar una gran concentración de esta modalidad de posgrado en las universidades públicas y en los organismos CONICET/Unidades Ejecutoras.
En las universidades privadas y en la internacional (FLACSO), en cambio, hay una inclinación hacia las maestrías y especializaciones. Desde la UCA explican que, “en términos generales, se observa un crecimiento en la matrícula de las carreras de posgrado de toda la Universidad en el período que queda comprendido a partir del 2011 a la actualidad. Las áreas que han incrementado su matrícula en el período señalado son las de Ciencias de la Salud, Derecho y Ciencias Económicas. Y en esta línea, se observa un particular incremento en la inscripción a las carreras de especialización y maestría profesional.”
“En la Universidad Católica Argentina (UCA) –continúan-, especialmente en el período 2012-2015, se han generado nuevas carreras de posgrado en línea con la demanda del ámbito académico, profesional y productivo. Los graduados que eligen completar sus estudios tienen por objetivo terminar un ciclo de formación académico profesional, y especialmente en nuestros estudiantes se destaca la necesidad de competir en el mercado laboral, de incorporarse al sistema científico tecnológico nacional y de perfeccionar competencias adquiridas en su formación de grado”.
Por otra parte, señalan que el mayor desafío que hoy enfrentan los posgrados “radica en la constante actualización de contenidos para las carreras de perfil profesional y la capacidad de adaptación del sistema universitario a hacer frente a las demandas del ámbito profesional y también académico.”
Otro ejemplo de instituciones universitarias que brindan la posibilidad de estos estudios es FLACSO, uno de los primeros centros de formación de posgrado en la Argentina que hoy se conforma por once unidades académicas dedicadas a la investigación, la formación y la cooperación técnica.
En la actualidad, ofrece programas de maestría en distintas disciplinas de las Ciencias Sociales y un programa de doctorado. Desde la institución señalan que “estos programas de formación convocan a docentes de destacada trayectoria a nivel regional con el objetivo de brindar excelencia académica a un perfil de alumnos plural, exigente y motivado por intereses tanto académicos como de desarrollo profesional en el ámbito de las políticas públicas. Desde comienzos del siglo XXI, las propuestas de formación presenciales se complementan con una oferta virtual diversificada y con equipos docentes de gran nivel en la región.”
Salvo algunas excepciones, en líneas generales, las universidades públicas tienen más estudiantes que las privadas en las mismas disciplinas. De cualquier modo, en ambas gestiones es indudable la multiplicación no sólo de los estudiantes de posgrado sino también de las carreras que se ofrecen en todo el país.
Así las cosas, los posgrados se fueron expandiendo atendiendo, por un lado, a requerimientos de capacitación académica e investigación que encontraron lugar en los doctorados, y por otro, a demandas de sectores productivos y sociales que encontraron una respuesta en las carreras de especializaciones y maestrías.
Si bien se han llevado a cabo iniciativas para favorecer este crecimiento, aún restan desafíos por delante, como profundizar la adjudicación de recursos, favorecer una mayor articulación con las carreras de grado y fomentar una política de fortalecimiento del sistema, no sólo en los doctorados sino en sus tres modalidades. La constitución de un sistema de posgrados requiere, sin duda, de políticas públicas y, en este sentido, es fundamental seguir desarrollando y profundizando las estrategias para el continuo crecimiento y fortalecimiento del mismo.