El hermano del presidente Mauricio Macri utilizó una de las empresas offshore reveladas en los Panamá Papers para ingresar al blanqueo de capitales una porción del patrimonio que oculta en la red global de guaridas financieras. El empresario Gianfranco Macri reconoció ante la AFIP que él era el verdadero dueño de las cuentas bancarias y colocaciones financieras administradas por la panameña BF Corporation. Una nueva filtración de información proveniente del estudio Mossack Fonseca permitió determinar que la firma creada en 2009 le permitió regularizar 4 millones de dólares. Los fondos forman parte de los 35 millones de dólares que, según reveló PáginaI12 a finales de agosto de 2017, presentó al sinceramiento fiscal. Los recursos canalizados a través de la offshore representan apenas el 10 por ciento de las cuentas y activos ocultos que fueron ingresados al blanqueo por el hermano del presidente. Las operaciones con esa compañía le valieron a él y su hermano menor Mariano una denuncia por lavado de dinero a fines de 2016 que todavía está vigente.
Las precisiones sobre las maniobras no declaradas de la familia Macri salieron a la luz a partir de una nueva filtración de información financiera administrada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (CIPI). El paquete de datos permite hurgar en el día después de los Panamá Papers. Los correos y documentos permiten conocer la reacción de Mossack Fonseca a partir del estallido del escándalo internacional en abril de 2016. Maniobras para intentar cubrir las irregularidades y recolección de datos de los verdaderos dueños detrás de las empresas creadas por el estudio forman parte de los 1,2 millones de archivos internos que llegan hasta marzo de este año, cuando la compañía cerró sus puertas.
Las revelaciones más significativas que identificó el equipo de periodistas de todo el mundo están vinculadas a la familia Macri. Junto con los detalles del blanqueo de Gianfranco, el CIPI halló intercambios de mails entre las oficinas de Mossack Fonseca en Panamá y Uruguay donde se discute un plan para falsear la fecha de un conjunto de documentos con el fin de ocultar que no tenían registrados quiénes eran los accionistas de la offshore bahameña Fleg Trading, donde el presidente Macri figuró como director.
Las conversaciones de los intermediarios divulgadas ayer exponen que no existe documentación oficial en las sucursales del estudio panameño que corrobore el relato de la Casa Rosada. De acuerdo a esa versión, el mandatario argentino solo fue director de la offshore pero se desvinculó de las operaciones de la firma controlada por su padre Franco Macri a los pocos meses de su creación, en marzo de 1998. Los correos que involucran al contador uruguayo utilizado por los dueños del Grupo Socma para organizar sus operaciones en el mundo offshore exponen que los registros desvinculando al presidente Macri no existen y que, por lo tanto, la única prueba para eximirlo de esos negocios son las declaraciones juradas presentadas por su padre ante la justicia.
Blanqueamos
Para Gianfranco Macri, la operatoria con firmas offshore no es ninguna novedad: Le Mare A-18, Joy B-28, Serenity C-44 y Yoo H-45 son algunas de las firmas inscriptas en el Registro Público de Panamá donde, como expuso dos años atrás PáginaI12, el empresario desempeñaba cargos directivos junto con su familia. La offshore panameña BF Corporation fue activada en 2009 por Mossack Fonseca a pedido del estudio contable uruguayo Lussich Torrendell & Asociados. Los Panamá Papers no ofrecían más detalles, pero una investigación realizada en Alemania por la Fiscalía de Hamburgo reveló que la sociedad tenía como propietarios a Gianfranco y Mariano Macri. La panameña BF Corporation no estaba sola, sino que la acompañaba la uruguaya EQT. Las empresas de los hermanos del presidente ubicadas en guaridas fiscales estaban asociadas a una cuenta en el banco UBS Deutschland AG-Private Banking.
Ambas firmas salieron a la superficie como parte de la pesquisa realizada por los hamburgueses a partir de una serie de movimientos bancarios sospechosos registrados después de que se conoció la megafiltración. Seis días antes de la primera vuelta electoral, que terminaría consagrando a Mauricio Macri, BF Corporation solicitó que sus fondos fueran transferidos a una cuenta en el Safra Bank, en Suiza. Los apoderados también ordenaron que se cerrara la cuenta en Alemania y que “destruya toda la correspondencia” que tuviera en su poder el banco alemán. La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) recibió esa información y en diciembre de 2016 realizó una denuncia por lavado.
Ante la consulta del CIPI, fuentes oficiales del Grupo Sociedades Macri confirmaron que los hermanos Gianfranco y Mariano eran los verdaderos dueños de la offshore panameña. Desde el holding precisaron que la totalidad de los fondos depositados en el UBS Deutschland AG-Private Banking pertenecían a Gianfranco y que fue él quien ordenó transferirlos al banco Safra en Suiza, a fines de 2015. Un año después, Panamá Papers mediante, decidió ingresar al blanqueo los fondos ocultos en la guarida financiera suiza. La offshore BF Corporation le permitió sincerar unos 4 millones de dólares pero, según reveló PáginaI12, en la nota de tapa de Horacio Verbitsky de la edición del 27 de agosto de 2017, el hermano del Presidente regularizó más de 35 millones de dólares (622 millones de pesos).
La información publicada ayer a partir de los correos cruzados a partir de abril de 2016 entre el estudio Lussich Torrendell & Asociados y Mossack Fonseca, muestra que los contadores uruguayos eran quienes representaban a BF Corporation ocultando siempre la identidad de sus verdaderos dueños. Los archivos analizados por los periodistas argentinos de Perfil, Infobae y La Nación convocados por el CIPI muestran que cuando los panameños exigieron conocer la identidad de los accionistas de la offshore, los intermediarios eludieron las consultas. Los correos electrónicos muestran que, a finales de abril de 2016, Mossack Fonseca bajó a los prestanombres que figuraban como directores y renunció como agente registrado de la firma con el objetivo de protegerse ante eventuales litigios.
Sin documentos
La secuela de los Panamá Papers revela que entre los archivos internos de Mossack Fonseca nunca figuró quiénes eran los accionistas de la offshore bahameña Fleg Trading. La megafiltración reveló que Mauricio, Mariano y Franco eran los directivos de la firma que fue utilizada para canalizar inversiones millonarias del Grupo Socma en Brasil, pero no existen precisiones sobre sus tenedores del paquete accionario. La relevancia del caso y la llegada de exhortos de la justicia argentina a las oficinas bahameñas del estudio de abogados obligaron a Mossack Fonseca a consultar en persona con los intermediarios uruguayos de la familia Macri.
Los reportes de esa reunión sostienen que el contador Lussich Torrendell estaba dispuesto a viajar para resolver la cuestión de forma expeditiva, pero enfatiza que el uruguayo no quería recibir correos ni llamados. Ante la falta de respuesta y la urgencia por responder la solicitud de información cursada por el juez nacional en lo Civil, Andrés Fraga, Mossack Fonseca presionó a Lussich Torrendell para que informe quiénes eran los dueños ocultos. “De lo contrario, declararemos que son los directores”, dijeron en un tono que amenazaba con exponer a los Macri.
En uno de esos correos, Mossack Fonseca deslizó la posibilidad de que Lussich Torrendell firme un documento antedatado con la información de los beneficiarios finales de Fleg Trading. Pero, según relata la agente uruguaya de Mossack Fonseca en los mails filtrados, el contador se resistió a confeccionar un documento con una fecha anterior a 2016 ya que consideró muy riesgoso redactar una carta de puño y letra “cuando esa prueba podría ser refutada por un perito caligráfico fácilmente”. Al momento de los intercambios, habían pasado 18 años desde la creación de la offshore bahameña. “Lo que no sabe el cliente y no quiere jugarse, es el alcance que pueda llegar a tener esto, ya que está el Presidente de la Argentina y su familia involucrada. Por esto es que le incomoda fecharlo con la fecha de compra, por si a futuro la piden la carta y le hacen un examen caligráfico ¿Entiendes?”, escribió la agente de Mossack Fonseca citada por el CIPI. La discusión se resolvió cuando Lussich Torrendell accedió a enviar una carta “con fecha actual” confirmando que la sociedad fue adquirida a pedido de Franco Macri y que fue él el único dueño de la sociedad. “Por la presente le comunico que la sociedad Fleg Trading Ltd, sociedad de Bahamas, adquirida a vuestro estudio en el 1998, lo fue a pedido del señor Francisco [Franco] Macri”, sostiene la misiva firmada por Lussich Torrendell. El precario documento y las declaraciones juradas presentadas por los letrados de Franco Macri fueron prueba suficiente para que la justicia argentina despegue al presidente de la operatoria offshore.