“Un millón de personas Cele, mirá esta foto” me dijo Agustina Vidales Aguero en unas de sus tantas idas y venidas entre las tres cuadras que separaban el escenario de las carpas de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en calle Rivadavia donde me tocó estar el ya histórico #13J. Tres cuadras que eran imposibles de atravesar. Me muestra la foto, nos miramos a los ojos y seguimos. Seguimos porque todas teníamos tareas asignadas: un escenario ubicado en Perón y Callao (por imposición del Gobierno de la Ciudad) organizado y coordinado por compañeras.
Una seguridad impecable, en un contexto de un millón de personas y ausencia total de policías, en escenario, carpas, vallas y apagando pequeños “incendios”, garantizada por la Campaña y por organizaciones de izquierda y populares (tarea ingrata soportando los insultos y a veces la agresión de algunxs) para que todas estemos de fiesta. Una guardia de más de veinte abogados populares. Rescatistas y médicxs de organizaciones populares que dedicaron su conocimiento y tiempo cuando cada dos minutos había un desmayo cerca del escenario. Logística para garantizar comida, bebida, baños químicos y descanso, a las que viajaban de las provincias y las locales. Un equipo de comunicación y prensa que no descansó ni cuando muchas ya festejábamos.
Decenas de compañeras participando de paneles, charlas y talleres abarcando la multiplicidad de la Campaña. Mística para que todas estemos pintadas de un verde brillante porque, ante todo y sobre todo, estábamos de fiesta, con banderas y fuegos artificiales. Intérpretes en lenguaje de señas para que todas podamos ser parte. Reuniones con funcionarios del gobierno para lograr permisos y espacios públicos donde, de manera arbitraria, nos impusieron una plaza dividida en dos. ¿Alguien vio una foto del lado de los antiderechos?
¿Fue una movilización que nos desbordó? Emocionalmente sí. ¿Cómo se explica semejante organización? Todo esto sin “personal contratado”. Desde abajo, desde la convicción y la prepotencia de la militancia, 32° Encuentros Nacionales de Mujeres y trece años de Campaña: una experiencia organizativa de años que se desplegó concentrada en más de treinta horas.
Fue el día más feliz de mi vida. Y nada de lo que pasó podría haber sido posible sin una organización feminista, de base y popular.
A mis compañeras de todos estos años: orgullo y admiración. Lo personal es político y colectivo. Vamos por todo.
Celeste Mac Dougall: Activista feminista en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.