El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió ayer otro revés en sus políticas de inmigración. Una ley migratoria de línea dura fue rechazada por la Cámara de Representantes (baja) del Congreso, donde incluso 41 legisladores de su propio partido votaron en contra de la propuesta del ala más a la derecha del Partido Republicano. La votación finalizó con 231 miembros de la Cámara de Representantes en contra y 193 a favor.

Todos los miembros del opositor Partido Demócrata que participaron en la votación estuvieron en contra de la medida propuesta por los republicanos, que hubiera restringido la inmigración ilegal además de volver extremadamente difícil para las personas que ingresan a Estados Unidos ilegalmente como niños ser naturalizadas alguna vez.

El presidente de la Cámara baja, el republicano Panul Royan, admitió ayer que el voto sobre los dos proyectos de ley presentados tenía como objetivo frenar a los republicanos moderados en su intento por forzar el voto sobre sus propias propuestas, las cuales podrían obtener el visto bueno de los demócratas pero no el beneplácito del presidente. “Queremos someter a votación algo que pueda ser firmado por el presidente, no algo que él vetaría”, dijo Royan ayer en rueda de prensa antes del comienzo del debate en el pleno de la Cámara de Representantes. 

A juicio de los demócratas, la legislación que promueve el liderazgo republicano es inaceptable, ya que, dicen, utiliza de rehén a los niños y a los jóvenes indocumentados, para impulsar una política radical de inmigración con la que prohibir la re unificación familiar, limitar los inmigrantes legales y construir el famoso muro. 

Mientras en la Casa de Representantes se discutía la ley, un grupo de alrededor de 30 niños y niñas se congregaron ante el Senado para pedir que se ponga fin a las políticas migratorias del mandatario. “Es injusto que pongan a niños chiquitos en la cárcel”, dijo Lorenzo Morales, estadounidense de origen peruano, quien lideró, a sus 11 años, el grupo de menores que clamaron contra la medida del mandatario y apremiaron a los legisladores del país a que alcancen una solución. 

Los legisladores pospusieron para mañana la votación sobre una ley más moderada, propuesta también por los republicanos. La llamada ley de compromiso ofrece un camino a la regularizaron de jóvenes inmigrantes conocidos como soñadores, que han estado viviendo de manera ilegal en Estados Unidos desde la infancia. También otorga los 25.000 millones de dólares que Trump quiere para la valla en la frontera con México que prometió durante su campaña, y revisa la tradicional política de dar prioridad a la concesión de visas a familias en favor de un sistema basado en el mérito. Sin embargo, incluso si ésta ley más moderada fuera aprobada, probablemente quedaría trabada en el Senado ya que senadores republicanos están trabajando, a su vez, en una ley que no es tan amplia, y que se enfoca sobre todo en poner fin a la separación de las familias.