El argentino que filmó un video con una adolescente rusa de 15 años, a la que le hizo grabar un mensaje sexista que difundió por las redes sociales, desató una oleada de críticas en todas las redes, provocó el repudio de la embajada de Rusia en Argentina, el pedido de retiro de su pasaporte FanID por parte de las autoridades argentinas, y su expulsión del Mundial. Néstor Fernando Penovi, el mentado hincha expulsado por violento, inició ayer su regreso al país. Antes, ofreció sus disculpas públicas durante un llamado de una radio, pero las mentadas disculpas sólo generaron más críticas.
“Todos mis amigos hicieron (un video) pero el mío se viralizó”, se justificó Néstor Fernando Penovi, en declaraciones públicas para intentar explicar lo ocurrido.
El hincha expulsado es dueño de una concesionaria de autos en la localidad de Wilde y luego del escándalo emprendió la vuelta al país. En el video que se viralizó por las redes, le pide a una adolescente rusa que repita en castellano: “Hola argentinos. Vengan para aquí…”. El “mensaje” tiene un final machista, grosero e insultante que pone en un lugar humillante a la joven, quien por desconocer el idioma no sabe el significado de lo que dice.
En una entrevista, Penovi expresó: “Pido disculpas por haberme burlado de la chica. Es algo que me avergüenza. No soy así, tengo 47 años y soy una persona de bien”. El hincha, que explicó que recién había terminado de almorzar y “no estaba alcoholizado”, dijo que “fue un chiste de mal gusto”. “Es un video que subí en un segundo, hicimos un montón con otros hinchas, brasileños, uruguayos. Y bueno, explotó por otro lado pero no por mí”, agregó.
En un intento de justificar su acción, el hincha explicó: “La chica no era menor, atiende en un negocio, estaba trabajando. De hecho, los menores no trabajan acá pero tampoco es que sé el documento”.
“Todo el mundo hace esto, todo el mundo filma, sube canciones, temas de cancha, con hinchas, con chicas, con cargadas. Todo el mundo, mis amigos y todos. Caminás por las calles de Rusia donde está la gente y todo el mundo tiene un celular en la mano. El tema del video se me escapó porque estás con eso y cometí ese error y fue un segundo, ni lo vi, lo mandé en un segundo. Si lo hubiese visto lo borro. Me hace mal verlo, me avergüenza, prefiero no verlo”, dijo el empresario.
“No queremos que una persona que tiene ese tipo de valores y conductas nos deje mal parados ante el mundo”, indicó el Ministerio de Seguridad. El director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Guillermo Madero, informó que la sanción administrativa contra Penovi consistió en el retiro de su Fan ID, que es una suerte de “pasaporte del hincha” otorgado a quienes viajaron a ver la Copa del Mundo 2018. El funcionario precisó que fue por haber tenido un comportamiento “procaz, deshonesto e indecente”.
La Embajada de Rusia en Argentina emitió un comunicado en el que expresó su repudio: “La Embajada de Rusia en Argentina se encuentra profundamente indignada por el disparate obsceno y ofensivo cometido, según la información difundida en las redes sociales, en la Federación de Rusia, por uno de los turistas extranjeros supuestamente proveniente de la República Argentina. Esperamos que a esta persona no le faltará el coraje para presentar sus debidas disculpas públicamente”.
La costumbre machista de denigrar a las mujeres se replicó en hinchas de otros países: episodios similares se registraron en los últimos días con hinchas peruanos, colombianos y brasileños, que luego fueron repudiados por sus respectivos gobiernos, entre ellos un policía y dos empleados aeronáuticos que fueron desvinculados de sus trabajos.
“Este tipo de conductas no son ni una broma, ni un chiste sino violencia simbólica contra las mujeres, algo que repudiamos desde el ciberfeminismo no sólo denunciando sino también instando a que se tome postura y se emprendan acciones efectivas de apartamiento del violento”, dijo Marina Benítez Demtschenko, de la organización “Activismo feminista”. Para esta abogada especialista en derecho informático, si la viralización del repudio es efectiva es porque consigue sacar estas agresiones “del ámbito del silencio, de la impunidad y de la naturalización”. Según explicó, en manos del activismo, el “discurso de odio machista” es replicado en una suerte de “viralización positiva” que lo toma solamente “para decir ‘no naturalicemos más esta forma de violencia simbólica y mediática’ contra las mujeres”. Para la especialista, el activismo permite resignificar el mensaje e imprimir “una connotación de denuncia” que sus creadores no le habían dado.