Los opositores a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (LIVE) pusieron en marcha su estrategia para intentar frenar la marea verde. La vicepresidenta, Gabriela Michetti, resolvió ayer, a pocos minutos de terminado el partido de la selección argentina, darle giro al proyecto a cuatro comisiones. La decisión no es menor ni inocente: a las comisiones de Salud y de Justicia, cuya intervención se descontaba, les sumó la de Presupuesto y Hacienda, a cargo de Esteban Bullrich, y la de Asuntos Constitucionales, a cargo del catamarqueño Dalmacio Mera, ambos confesos opositores a la iniciativa aprobada la semana pasada por Diputados. La reacción de referentes del colectivo de mujeres, así como de varios senadores, fue de rechazo inmediato. El jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Pichetto, calificó la medida como “innecesaria” y “totalmente excesiva”, afirmó que se trata de una “actitud dilatoria” y no descartó que la cuestión de los giros se resuelva mediante una votación en el pleno de la Cámara en la sesión del próximo miércoles. Desde el Frente para la Victoria-PJ también impugnaron la decisión de Michetti, que también será motivo de debate el próximo martes cuando los jefes de bloque se reúnan para ultimar los detalles de la sesión del día siguiente.
El proyecto aprobado en Diputados por 129 votos a favor y 125 en contra, en medio de una multitudinaria movilización y tras meses de exposiciones, ya es motivo de una intensa disputa en la Cámara Alta. Y esto sin que se comience todavía a debatirse el texto de la iniciativa. Mientras que los jefes de los bloques más grandes –Luis Naidenoff de Cambiemos, Miguel Pichetto de Argentina Federal y Marcelo Fuentes, del FpV-PJ– se pronunciaron a favor de realizar un tratamiento más corto que en Diputados, la vicepresidenta resolvió darle intervención a las comisiones presididas por dos senadores que coinciden con su postura. Esta estrategia había sido conversada en un cónclave que Michetti mantuvo el martes con Bullirch, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo y la radical Silvia Elías de Pérez. Conscientes de las dificultades para impedir el avance del proyecto, el segundo paso de su estrategia consiste en introducir modificaciones en vez de firmar un dictamen de rechazo total. Así buscan sumar el apoyo de algunos senadores indecisos, que podrían acompañar la idea de una despenalización en vez de la legalización que sancionó Diputados.
“Este giro –señaló Pichetto– obedece a una posición personal de la Vicepresidenta, con la finalidad de prolongar el debate indefinidamente”. El senador por Río Negro agregó en este sentido que “configura una actitud dilatoria tendiente a obstaculizar el dictamen y la llegada al recinto de la media sanción”. Pichetto advirtió que la decisión fue inconsulta y que si bien determinar los giros es una atribución de la Presidencia de la Cámara “siempre es producto del diálogo y el consenso con los otros bloques, cosa que en este caso no ha ocurrido”. Además, recordó que “en la Cámara de Diputados no fue girada ni a la comisión de Asuntos Constitucionales ni a la de Presupuesto y Hacienda” y que las competencias naturales del proyecto son de las comisiones de Salud y Justicia y Asuntos Penales. Finalmente, Pichetto no descartó discutir la próxima semana en el recinto los giros y someterlos a una votación.
Tanto el interbloque Argentina Federal así como el FpV-PJ elevaron esta semana sendas notas a la presidencia de la Cámara pedirle que respete esos giros y que el tratamiento se realice “en plenario”, es decir que no sea abordado en cada comisión por separado.
La defensa de Michetti vino por parte de Elías de Pérez. “La presidenta del Senado ha tomado una decisión razonable ante un tema de tamaña envergadura. No es posible pretender tratar la legalización del aborto de manera exprés como pretende un sector”, dijo la senadora por Tucumán mediante un comunicado. La radical se anticipó también al debate que se dará en la próxima reunión de Labor Parlamentaria el próximo martes. Afirmó que “los bloques como están constituidos no representan las posiciones a favor y en contra” y que por ese motivo “las decisiones que se tengan que tomar en torno a los tiempos de tratamiento tiene que ser acordado entre los senadores que representan ambas posiciones, los que están a favor de la legalización del aborto y los que nos oponemos”.
Según Elías de Pérez y Pinedo, el hecho de que las cuatro comisiones funcionen “en plenario” no implicará una demora. “¿Cuál es el apuro? Mientras más discusión y debate mejor para los argentinos”, señaló la legisladora radical, quien coronó sus declaraciones con un dardo para Pichetto: “Debe entender que no es el dueño del Senado”.
Lo cierto es que si bien el trabajo de las cuatro comisiones de manera conjunta no implicaría más reuniones, sí se aumenta el número de senadores necesario para conseguir quórum y también para lograr el dictamen de mayoría.
Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito –que ayer tuvo su primera reunión tras la media sanción y que convocó a un pañuelazo para el próximo martes– también se manifestaron en contra de la decisión de Michetti. “No queremos más dilaciones. Lo exigimos tras 13 años de lucha en la que logramos la despenalización social y el acompañamiento de la sociedad que se expresó con un millón de personas en las calles los pasados 13 y 14 de junio. Por eso consideramos esta maniobra como antidemocrática. Cada día que pasa el Estado argentino sigue condenando a las mujeres a ser penalizadas y a llegar a la práctica del aborto de manera clandestina poniendo en riesgo su vida y su salud”, afirmaron.
Esta primera disputa todavía no está saldada y tendrá un nuevo round el martes próximo en Labor Parlamentaria. Mauricio Macri, que se declaró prescindente, había afirmado que el debate en Diputados fue “ejemplar”. Pareciera que la vicepresidenta no está del todo de acuerdo.