Andrés Guardado tiene a la experiencia como su mejor aliada. Camina de la mano con la sabiduría que se gana de tanto gastar botines. A los 31 años disputa su cuarto Mundial con la responsabilidad de llevar la cinta de capitán de México. Ilusionado con el talento de sus compañeros, el futbolista de Betis recibió a Enganche y dialogó sobre los objetivos del seleccionado azteca, integrante de una de las zonas más parejas y complejas de la Copa del Mundo de Rusia.
Su capacidad para comprender el juego le permitió salir del fútbol mexicano y probar su valía en España, Alemania y Holanda. Luego de una histórica campaña con Betis, su mirada está puesta en lograr una actuación que marque un hito para su país. Y el primer paso ya lo dieron, porque el golpe en el debut ante Alemania lo ubicó bastante cerca de eso que él pretendía, aunque para Guardado es apenas un escalón porque siempre piensa en más.
Se destaca dentro de un grupo de talentos, pero quizá una de las herramientas que lo ubican por encima del resto es su capacidad de aceptar diferentes roles dentro de un campo de juego. No es una moneda corriente en épocas de futbolistas autómatas. Pero también lo acompaña una personalidad marcada por la calma y mesura, una combinación perfecta para un seleccionado que en las últimas Copas del Mundo supo dejar su nombre grabado y eso puede tentar a los mareos. En Rusia, el principal objetivo es volver a estar en el centro de la escena y escribir un capítulo que lo destaque entre los equipos que luchen por el cetro más deseado.
–¿Tiene que ver tu estilo de juego con tu forma de ser?
–Mis amigos y la gente que me conoce dicen que soy como un nómada, que he sabido adaptarme a cada situación donde he estado. He sabido aceptar ciertas circunstancias de mi vida y de mi profesión con actitud y con positivismo, sin poner pretextos.
–Esa cualidad, ¿qué te genera al repasar tu carrera?
–La verdad que identifico mucho mi estilo de juego, de haberme tenido que adaptar a diferentes posiciones, a lo que me ha pasado también en mi vida personal. Saber adaptarme a cada ciudad, a diferentes estilos de fútbol, como el alemán o el holandés, y a diferentes idiomas también. Puedo decir que estoy muy orgulloso de eso.
–En tu adaptación, ¿cuánto tiene que ver el famoso plus del jugador latino?
–Mucho. Yo creo que el jugador latino siempre tiene un plus. Somos mucho más adaptables a cualquier circunstancia. Venimos con una mentalidad más abierta, a encontrarnos cualquier dificultad y asumirla como tal. Saber que no va a ser todo camino plano, siempre habrá piedras, caminos muy difíciles que son necesarios saber enfrentar. Entonces, el jugador latino tiene mucho de eso que no se explica, que sale naturalmente. Por eso se ve una gran cantidad de futbolistas sudamericanos y latinos en Europa. Tenemos esa mentalidad de ir y cumplir el sueño de jugar en Europa, que es el mejor fútbol del mundo, y nos adaptamos a cualquier situación.
Alemania, Corea del Sur y Suecia conforman junto a México una de las zonas más complicadas y parejas de Rusia 2018. Y en ese contexto Guardado trabaja en silencio. Cumple una tarea que no se propone, pero que siente debe asumir, la de tranquilizar a los más jóvenes para dar los pasos necesarios y no caer en una confusión, en especial después del arranque explosivo con la victoria ante Toni Kroos y compañía.
Pasó una década desde que se ganó el respeto de sus colegas y ahora trata de marcar el camino del seleccionado que dirige Juan Carlos Osorio. El desafío de ser protagonistas se nota en cada respuesta del polivalente zurdo.
–¿Con quién se encuentran los jugadores del Tri cuando hablan con su capitán?
–Hablo mucho con los más jóvenes y los hago sentir que se merecen estar aquí. Que por algo están. Pretendo que confíen en sus cualidades, porque es normal que cuando sos joven te podés sentir menos. O simplemente sentís algo de temor porque vas a jugar con gente que antes mirabas por la televisión, como me pasó a mí cuando llegué a la selección y me preguntaba “¿Soy tan bueno como para estar aquí?”. Por eso trato de decirles que merecen estar en el lugar en el que están y que el profe por algo los está poniendo. Y que valoren el hecho de estar en la Copa del Mundo porque muchos de los futbolistas de cualquier país sueñan con estar con su selección en una competencia como esta. Que lo valoren todo el tiempo.
–¿Cuáles son las expectativas en esta Copa?
–Muy altas, ya no porque sea mi cuarto Mundial, sino por el momento que vive México. Por la generación que creo que tenemos, y esa ilusión de por fin romper la barrera que tenemos de conseguir algo importante a nivel mayor. Hemos sido campeones del mundo Sub 17, a nivel olímpico nos colgamos medallas, y nos falta ese pasito a nivel mayor. Estamos muy ilusionados con eso.
–¿Cómo llegás vos como referente?
–Analizando mi carrera y los Mundiales en los que he estado, creo que es la Copa del Mundo en la que mejor preparado voy a estar, porque la experiencia me lo da y porque también siento que estoy en un momento de madurez muy bueno para aportar lo mejor. Estoy muy ilusionado y espero que esa expectativa que es grande no se quede solo en eso, sino realmente en cumplir lo que uno quiere.
Nacido en Guadalajara, Guardado se ilumina cuando le nombran a uno de sus rivales de la liga española: Lionel Messi. A la hora de referirse al número 10 de la Selección Argentina, el mexicano muestra su orgullo por ser contemporáneo de uno de los mejores futbolistas de la historia. A pesar de que los emparejamientos en la Liga de España terminan siempre con la sonrisa del argentino, el capitán del Tri valora la posibilidad de ser uno de los pocos que vio desde cerca el crecimiento del rosarino.
–¿Cómo es jugar contra Messi?
–Pff… Si te pongo mis videos con Messi, creo que tengo, fácil, unas 20 fotos con Messi y en ninguna tengo la pelota yo (risas). Pones “Andrés Guardado y Lionel Messi” y en todas sale con la pelota él, es un referente para el fútbol mundial. Para mí es el mejor de la historia. Lo he dicho muchas veces que para mí va a ser un orgullo el día de mañana presumirle a mis hijos y a mis nietos: “Yo jugué contra Messi, yo viví la época de Leo Messi”. Creo que todavía no tomamos dimensión de lo que significa, es una de las grandes cosas que me ha dado el fútbol.
–¿Qué recordás de la primera vez que lo enfrentaste?
–La primera fue en el Mundial 2006, que quedamos afuera contra la Argentina. Los dos éramos muy jóvenes, y en ese momento si mal no recuerdo entró por Saviola o Tevez. Y tú como contrario dices: “Bueno va a salir Tevez, o va a salir Saviola”. Y de repente entra ese chiquitito y no se la quitaba nadie. Fue la primera vez que me di cuenta que era verdad lo que se decía de él, que por algo estaba en Barcelona y ya había debutado. Y mira lo que ha sido 10 años después, el mejor de la historia, cualquier palabra queda corta para describirlo.
–Después de tantos duelos contra él, ¿sigue siendo lo mismo enfrentarlo?
–Es muy difícil, cada vez más porque él es más inteligente. Sabe cuándo apretar y cuando no. Hoy en día da la sensación que gana el partido cuando él quiere. De repente lo ves como que sí, como que no… y de pronto dice “listo, voy a dejar a los niños que ya jugaron y ahora voy a jugar yo”, y ahí cambia el partido totalmente.
Valorado y querido por los aficionados de Betis, el zurdo está en uno de los mejores momentos de su carrera. Para consagrar una trayectoria internacional envidiable, espera que Rusia 2018 sea el punto de inflexión para su país. Aunque sueña con ganar el Mundial, Guardado tiene claro qué pretende dejar como marca de su recorrido a nivel clubes y selección.
–¿Qué te gustaría que recuerden de Andrés Guardado?
–A título personal me gustaría que se recuerde a alguien que siempre se entregó a la camiseta, que fue honesto con su profesión, profesional en todos los sentidos. Después habrá debates de todo tipo porque esto es fútbol, que si era mejor este u otro, que si tenía más o menos calidad. Pero que no haya debate en la entrega y el compromiso que he tenido en cada club que me tocó representar, eso sería lo más bonito que podría pasarme.