La zona núcleo productiva terminó la campaña 2017-2018 con 6,1 millones de toneladas de soja menos de las previstas al momento de la siembra. Se esperaban 21 millones y sólo se cosecharon 14,9 millones tras la peor sequía de los últimos 50 años, Informó ayer la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario en su informe semanal. “La campaña termina con un 30 por ciento menos de soja. Todo parecía presagiar un nuevo ciclo de éxito. Con los suelos cargados de humedad y los problemas de siembra que se sufrían por los excesos, todas las cuentas se hacían con los rindes de los últimos dos años”, indicaron los autores del reporte. “Cuando la oleaginosa empezaba a demandar más agua, el cielo se negó. Tras cinco meses y medios sin lluvias, los suelos se secaron y el cultivo no paró de deteriorarse día a día”. Los daños estuvieron en el orden del 20 al 80 por ciento y los rindes de la última tanda cosechada bajaron un 35 por ciento respecto a lo que se recolectó antes del temporal. Pese a ello, la zona núcleo se perfila como el nuevo bastión triguero. Este año la región podría terminar incorporando 250 mil hectáreas a las 1,1 millones del año pasado.