El legislador porteño del Frente de Izquierda-Partido Obrero Gabriel Solano aseguró que al gobierno porteño tiene un “total desinterés” por las personas que están detenidas porque en el proyecto de traslado de la cárcel de Devoto no figura dónde se construirá el nuevo penal y subrayó que si bien los funcionarios dicen que será en Marcos Paz, ese dato no figura en el convenio que se firmó y que la Legislatura aprobó. Además, aseguró que el proyecto no está pensando ni en los vecinos de devoto, ni en los presos, sino que “el verdadero interés es el negocio inmobiliario en la zona”.
–¿Qué es lo que sucede con el traspaso de la cárcel de Devoto a Marcos Paz?
–No es claro que el traslado sea a Marcos Paz, este es un punto importante que yo lo denuncié en la sesión del otro día, porque si bien es cierto que cuando Larreta lo anunció en la puerta de la cárcel de Devoto que el traslado iba a ser a Marcos Paz, cuando el oficialismo presentó el convenio suscripto con el Ejecutivo nacional al respecto, no figura lo de Marcos Paz. Y no figura porque el anuncio de (Horacio Rodríguez) Larreta se hizo de manera inconsulta con el municipio. El municipio de Marcos Paz nunca había sido informado al respecto, incluso el Concejo Deliberante del municipio sacó una resolución contraria, entonces se abrió una crisis entre las jurisdicciones. Por lo tanto nuestro rechazo, que ya lo teníamos fijado como decisión, a partir de ver que el convenio firmado ni siquiera decía a dónde se iba a trasladar la cárcel. La aprobación de esta ley en la Legislatura es un cheque en blanco porque nadie sabe a dónde van a ser trasladadas las personas que hoy están detenidas. Y este es un punto que descalifica el proyecto porque muestra un total desinterés por parte del gobierno porteño sobre las personas que están detenidas hoy en la cárcel de Devoto y sus derechos elementales.
–¿Y por qué sucede esto, cuál es el interés?
–A nosotros nos parece que acá hay una política de parte de Larreta. Hay un punto como con la ley de basura que se aprobó, que se habló de enviar la basura al conurbano bonaerense pero sin decir dónde se iban a instalar las plantas de incineración. Acá es lo mismo, te manda la cárcel fuera de la Ciudad de Buenos Aires sin establecer dónde y por lo tanto sin que se garanticen los derechos de las personas detenidas y sin trabajo en la reinserción social que corresponde que un Estado realice. En el medio hay un interés de un negocio inmobiliario importante en la zona de Devoto que el gobierno quiere hacer, es un gobierno que se encarga estrictamente de hacer negocios inmobiliarios pero en este caso a expensas de los derechos de las personas detenidas. O sea que es un negocio inmobiliario pero no cualquier negocio, sino uno a expensas de los derechos de las personas detenidas.
–¿Y qué pasa con ese terreno en el que dicen que van a usar un 35 por ciento en viviendas y un 65 por ciento en espacios verdes y públicos, pero que no figura en el convenio?
–Eso no figura en el convenio. Pero vamos por partes, por un lado está el convenio con el Servicio Penitenciario Federal y el gobierno nacional y que tiene que ver con el traslado de la cárcel, ese es para mí el punto más importante. Pero ojo, hay otra cuestión adicional que es que la Ciudad recientemente por la transferencia primero de la policía y luego de la justicia, cada vez más se va haciendo cargo de figuras del Código Penal que tiene contemplado delitos de cárcel efectiva. Esa transferencia va creciendo, por lo tanto tenemos una ciudad que tendría policía propia, justicia propia con un servicio penitenciario propio y cárceles propias. La cárcel la mandan a la Provincia de Buenos Aires como si fuera basura pero los presos no son basura, son personas con derechos. Segundo, con respecto a ese 35 y 65 por ciento que usted plantea, hay una mentira que los militantes ambientales ya lo han demostrado: cuando se habla de esos porcentajes se contabiliza dentro del 65 por ciento de espacios verdes toda las zonas que no están exactamente construidas, o sea que vos podés tener una torre y abajo de la torre hay un poquito de pasto, eso forma parte del 65 por ciento, las calles forman parte del 65 por ciento. Es la forma que encontró (Rodríguez) Larreta para tratar de ocultar la entrega de 200 hectáreas que ha realizado bajo su mandato a capital inmobiliario, no hay ningún punto que diga espacios verdes ni mucho menos. Por eso hay por un lado un negocio inmobiliario importante y por el otro una lesión a los derechos de las personas detenidas.
–¿Y qué pasa con los vecinos de Devoto?
–A mí no se me escapa que en el barrio de Devoto hay un interés porque la cárcel ya no esté, no quiere decir que esté exactamente ahí. Además, de la población carcelaria de Devoto que son aproximadamente 1800 personas, está superpoblada en la actualidad, solamente el 20 por ciento tiene condena firme. El 80 por ciento, o sea la inmensa mayoría, está procesada. Hemos hecho la denuncia y nos parece fundamental que acá no se pueda avanzar en un proyecto que ni siquiera se dice dónde se va a trasladar la cárcel.
–Y cuando usted planteó esto ¿qué respuesta obtuvo?
–Ahí el oficialismo defensivamente salió a decir que ese era un primer convenio, después abrió el segundo convenio donde se va a establecer con más claridad dónde se va a construir la nueva cárcel, pero nosotros no podemos votar el traslado de una cárcel sin saber a dónde se quiere trasladar. Como mínimo es un paquete, tienen que decir dónde. A nosotros nos parece que por el contrario, que la cárcel esté dentro de la Ciudad de Buenos Aires favorece la reinserción social.
–¿Y cómo cree que va a continuar esto?
–Hay un interés inmobiliario muy importante en el barrio de Devoto, por lo tanto van a tratar de hacerlo. Después, hay que ver cómo se financia la cotización de esta cárcel y dónde se hace. En Marcos Paz, yo tuve contacto con gente del municipio y los vecinos no quieren más cárceles, porque pasa lo siguiente. Marcos Paz es una ciudad relativamente pequeña y tiene tres cárceles, una federal y dos provinciales. En un tejido urbano reducido, tres cárceles terminan distorsionando ese tejido urbano. En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires con un tejido urbano mucho más importante la presencia de penitenciarios y una cárcel es mucho más asimilable que en una ciudad pequeña.