Los trabajos de Michèle Petit se ubican dentro del campo de la antropología, sin embargo su formación primera es de socióloga. “He tenido un recorrido pluridisciplinaro. O dicho de otro modo, ¡no me caen bien las disciplinas!”, se ríe en la nota con PáginaI12. “Trabajé con sociólogos, geógrafos, y lo que más contó en mi formación fue la relación con el psicoanálisis. También hice cuatro años en una escuela de lenguas orientales, estudiando griego moderno. Muy a menudo la gente me decía: lo que haces es antropología, entonces en algún momento pensé bueno, ya que hay que reivindicar algo, reinvindicaré la antropología. Que en Francia ha tenido una cercanía con la literatura y con el psicoanálisis, así que allí fui”, completa.

En medio de todo ese recorrido, Petit trabajó por más de tres décadas en el Centro Nacional para la Investigación Científica de París, donde actualmente es investigadora honoraria. Desde 1992 se enfocó en temas vinculados a la lectura, la literatura, y en particular a su relación con los jóvenes y los niños. Se ha interesado especialmente en investigar experiencias llevadas a cabo en contextos desfavorables, de exclusión social y económica, en zonas de conflictos armados o de movimientos forzados de personas. En su trabajo ha incorporado también la investigación sobre experiencias latinoamericanas. 

En el reciente congreso “Territorios para pensar las infancias”, realizado en Posadas, brindó la conferencia magistral “El infierno, el arte, los libros y la belleza”. 

Entre sus libros traducidos al español están Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura (1999), Lecturas: de espacio íntimo al espacio público (2001), Una infancia en el país de los libros (2008), Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural (2015, Fondo de Cultura Económica).