México todavía no despierta del sueño. Tras dar el batacazo en el debut y superar a Alemania, los dirigidos por el colombiano Juan Osorio superaron ayer a Corea del Sur por 2-1 y mandan en el Grupo F. Sin embargo, por el triunfo alemán horas más tarde, los aztecas deberán esperar a la última jornada para asegurar su pase a octavos de final. “No hay palabras para expresar esto, la realidad supera a los sueños, por eso hay que imaginarse cosas chingonas, hay que seguir así. Tengo muchas ganas de lograr cosas importantes con la selección de mi país, es lo que me mueve”, declaró Javier Hernández, quien ayer marcó su primer tanto en la Copa.

El encuentro disputado en Rostov mostró dos equipos de similar disposición táctica pero con diferente peso en la parte ofensiva. La apuesta mexicana pasó por explotar las bandas a partir de la buena tarea de Layún y Lozano una vez que sus mediocampistas centrales recuperaban la pelota. Mientras que los surcoreanos dependieron en exceso de lo que podía hacer su gran figura, el atacante de Tottenham Son Heung-min, quien remató al arco en nueve ocasiones. Tras salvarse en los minutos iniciales gracias a una excelente intervención defensiva de Lozano, la apertura del marcador para México llegó a través de una buena jugada que terminó en un penal que Vela cambió por gol. En la segunda parte, los aztecas aumentaron con una contra de corte muy parecido a la que le dio el triunfo frente a los alemanes. Esta vez fue Chicharito quien recibió por la izquierda, dejó pasar a un rival con un enganche y definió fuerte para dejar sin oportunidad al arquero. Sobre el final, cuando todo parecía definido y México controlaba el partido de la mano de las intervenciones del ingresado Rafael Márquez, Corea del Sur le puso suspenso a la historia con un remate de larga distancia de Son que venció la resistencia del seguro Ochoa.