Bélgica goleó a Túnez por 5 a 2, en el Spartak Arena de Moscú, en la que probablemente haya sido hasta ahora la mejor exhibición del certamen, con jugadores que alcanzaron un altísimo nivel, como Eden Hazard y Romelu Lukaku, quienes marcaron dos tantos cada uno.

Hace rato que Bélgica está en los primeros puestos del ranking de la FIFA, suma 21 cotejos invicto (no pierde desde septiembre de 2016, 0-2 ante España) y en Brasil 2014, Argentina eliminó a los Diablos Rojos en cuartos de final, ganándole 1-0 con gol de Gonzalo Higuaín.

El equipo belga es fuerte en defensa, pese a que los tunecinos desnudaron algunas falencias llegando en varias ocasiones e incluso convirtiendo, pero de mitad de cancha hacia la valla adversaria mete miedo.

En la zona media el toque de balón provoca envidia, con Kevin De Bruyne, Yanick Carrasco y la jerarquía de Eden Hazard en una especie de 10 adelantado que da gusto ver jugar, sumándose a ellos un notable delantero como Lukaku.

El goleador belga, un portento físico de 25 años, con 1,90 metro y 94 kilos, hace todo bien. Pese a su opulencia, es veloz con la pelota en los pies y tiene precisión quirúrgica, sumando 40 goles en 71 partidos. 

Lo de Túnez fue digno, siempre con Khazri, del Rennes de Francia, como el cerebro y autor del segundo gol africano, atacando por las puntas sin resignar protagonismo, pero ante un rival con tantas virtudes y atributos, su defensa hizo agua.

El primer gol llegó con un penal convertido por Hazard, por una falta de Syam Ben Youssef que fue ratificada por el VAR, el segundo fue de Lukaku luego de un pase de Hazard, el tercero también fue obra del delantero tras una exquisita asistencia de Thomas Meunier, el cuarto fue otro de Hazard, que se dio el lujo de dejar en el camino al arquero Ben Mustapha ,y el quinto lo hizo el suplente Batshuayi.

Fue 5 a 2 sólo porque el entrenador de los belgas, el español Roberto Martínez, durante en el segundo tiempo sacó a Hazard y Lukaku y a ello se le sumó que De Bruyne no tuvo más ganas de correr y participó poco.

Bélgica ganó los dos cotejos y ahora espera que mañana, a las 9 de Argentina, Inglaterra juegue ante Panamá para darse por clasificado a octavos de final. Si los ingleses, como dice la lógica, vencen a los centroamericanos los belgas avanzarán a la próxima fase.

La gran preocupación que le quedó a Bélgica tras el partido de ayer fue el estado físico de Lukaku y Hazard, aunque el entrenador Martínez le quitó importancia y dejó entrever que aunque se recuperen, ninguno de los dos

jugará el jueves ante Inglaterra, en la última jornada de la fase de grupos. “Habrá muchos cambios porque tenemos una plantilla muy amplia y quiero dar minutos a jugadores que se merecen jugar un Mundial”, señaló el DT.