En el sudoeste ruso, en Essentuki, reina la tranquilidad. Allí concentra Nigeria, que tras el triunfo sobre Islandia por 2-0, cambió de ánimo. Así lo demostraron los jugadores ayer cuando, antes de ir a la cancha donde entrenan, salieron a correr alrededor de la laguna local y se fotografiaron con los lugareños. “Somos un equipo joven, aún tenemos mucho que aprender y debemos ser humildes, pero con este espíritu quizá también podemos esperar una sorpresa ante Argentina”, dijo el entrenador de los africanos, el alemán Gernot Rohr. “Tenemos que seguir trabajando con este espíritu. La victoria, principalmente, debe dar confianza a los jugadores jóvenes. Esto sería bueno para nosotros”, reafirmó el técnico de 64 años.
Entre los futbolistas, el más optimista es Ahmed Musa (foto), autor de los dos goles de la victoria del viernes y primer nigeriano en convertir un doblete en un Mundial. “Anoté dos goles en Brasil (2014) cuando jugué contra Messi. Hace dos años jugué con el Leicester City ante el Barcelona de Messi y también marqué dos goles. Creo que en el próximo partido puede pasar de todo, quizá marque otros dos”, advirtió socarronamente el atacante figura de los africanos comprobando que, por el lado de las Aguilas Verdes, sobra ilusión y buena onda.