El vicepresidente electo de Estados Unidos, Mike Pence, anunció que Donald Trump derogará por decreto el Obamacare y cambiará el plan de salud con “soluciones que minimicen el costo de los seguros sin agrandar el Estado”. Ayer, los republicanos presentaron una iniciativa para permitir la anulación de la ley sanitaria con 10 menos votos de los 60 necesarios para este tipo de trámite legal. Para hacerle frente a esta medida, Barack Obama se reunió hoy con legisladores demócratas para que “no rescaten a los republicanos con su Trumpcare”.

El inicio de las sesiones del Congreso de este año estuvo marcado por la puja entre demócratas y republicanos sobre la ley que provee de asistencia médica a millones de estadounidenses, la mayoría de ellos de bajos recursos.

El trámite para eliminarla fue iniciado por el senador Mike Enzi, pero los mismos republicanos indicaron que este proceso podría tomar varios meses y que la sustitución del sistema llevará varios años.

Varios especialistas en derecho señalaron también que es difícil que los republicanos fuercen su derogación porque los demócratas tienen suficientes votos para obstruir el plan.

De todas formas, esta decisión convulsionó el escenario político antes de la asunción de Trump del 20 de enero. De inmediato, Pence y Obama pidieron una reunión para medir sus fuerzas entre los legisladores de sus partidos.

Trump amenazó con deshacerse del Obamacare durante toda la campaña electoral. Desde su plataforma de gobierno, anunciaba abiertamente que el “trágico” proyecto de Obama había generado “altísimos costos” y prometía reformas que “restaurarían la libertad económica” en el país. Ayer el republicano dijo en su tuiter que habría “masivos incrementos”  en la salud este año y que “los demócratas son los culpables”.

El asesor de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, le dijo a la prensa hoy que Obama “está muy preocupado pero piensa dar pelea” para evitar que termine un programa que “extendió los seguros sociales a más de 20 millones de norteamericanos, sobre todo entre la clase trabajadora del país”.

Mientras tanto, la Asociación Médica Americana escribió una carta para instar a la Casa Blanca y a los senadores a abstenerse de derogar la ley si no tienen otra política para suplantarla. “Obamacare fue un gran avance y no queremos retroceder”.