La Fuerza Aérea rusa bombardeó este fin de semana, por primera vez en casi un año, a la provincia de Daraa, en el sur de Siria y controlada por los rebeldes, causando la muerte de por lo menos cinco civiles, en tanto Israel teme un avance iraní, aliado de Siria, en los disputados Altos del Golán.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres y opositora al gobierno de Damasco, los aviones rusos atacaron anoche 70 veces las localidades controladas por rebeldes y la Fuerza Aérea siria lanzó una veintena de 20 barriles bomba, llenos de explosivos y metralla, un arma prohibida a nivel internacional.
El ataque mató a por lo menos cinco civiles y dejó fuera de servicio un hospital debido a los graves daños sufridos. Rusia, aliado principal del gobierno de Bashar Al Assad, junto con Estados Unidos y Jordania acordaron en julio del año pasado crear una zona de distensión en Daraa, uno de los últimos bastiones controlado por rebeldes. En el momento de la tregua, el propio Al Assad había anunciado que sus unidades recuperarían todo el país si no hay una solución negociada, pero los esfuerzos diplomáticos no alcanzaron y, hasta hoy, no hubo señales de una solución para el sur del país en Medio Oriente.
Los ataques rusos de las últimas horas provocaron que miles de civiles huyeran de la región violentada. También en términos geopolíticos, Israel teme que si Al Assad recupera el sur de su país, las tropas de Irán, aliadas a Siria, avancen hasta la frontera israelí. En esa región, Israel ocupa desde 1967 una gran parte de los Altos del Golán sirios. En ese sentido, el Ejército israelí disparó ayer un misil del tipo Patriot para interceptar un dron que se habría acercado a la frontera desde Siria.
El misil no dio en el blanco pero como consecuencia del ataque, el aparato no tripulado se alejó de la frontera, indicó un vocero militar en Tel Aviv.
En febrero pasado, el Ejército israelí ya derribó un dron que supuestamente había penetrado en su espacio aéreo desde Siria. Además, las Fuerzas Armadas de Israel bombardearon varias veces en los últimos meses objetivos en Siria. Según los observadores, la mayoría de los ataques israelíes iban dirigidos contra combatientes iraníes y de la milicia chiñita libanesa Hezbolah, aliada de Irán.