La selección de España encontró ayer –vía a VAR y vía Irán– el camino deseado en el Mundial y como primera del Grupo B estará en la parte de cruces teóricamente más accesible. Fue un minuto que todo lo cambió. Primero, el VAR actuó para darle a España el empate 2-2 ante Marruecos. Y casi al mismo tiempo se supo que Irán igualaba 1-1 ante Portugal, con lo que el equipo de Fernando Hierro pasaba increíblemente a ser primera de grupo por cantidad de goles a favor. De esta forma, España avanzará por la parte del cuadro que soñaba y, a la espera de mejorar su rendimiento, contempla un horizonte a priori alejado de selecciones como Uruguay, Brasil, Francia, Alemania o Argentina.
España evitó a última hora el cruce ante la invicta e imbatida Uruguay y visitará el Luzhniki de Moscú para jugar ante Rusia, que perdió 3-0 ante la Celeste y quedó segunda del Grupo A. Sin embargo, el sueño español es comenzar a crecer con el refuerzo positivo de los resultados y corregir los numerosos defectos que acuñó en los partidos iniciales, y principalmente ante dos selecciones tan menores como Irán o Marruecos. Así lo reconoció ayer su técnico, Fernando Hierro, quien tras la igualdad de ayer salió a pedirles autocrítica a sus dirigidos. “El objetivo está conseguido y ahora hay que ser exigentes con nosotros mismos. Difícilmente conseguiremos otras metas si nos convierten goles con tanta facilidad. Recibir cinco goles en tres partidos no es el camino”, manifestó quien asumió en lugar de Julen Lopetegui.