La Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC) estimó en un 60 por ciento la adhesión de las pequeñas y medianas empresas al paro general. Tanto el comercio minorista como la industria pyme sufren las consecuencias de la política económica, indicaron desde esa entidad, a raíz de la caída de la demanda interna y el aumento generalizado de costos. La devaluación, los tarifazos de los servicios públicos, el aumento de las tasas de interés y las trabas en la cadena de pagos complican cada vez a más empresas. A su vez, la avalancha importadora desplaza producción nacional de manera creciente en sectores como línea blanca, autopartes, textiles, marroquinería, calzado y electrónicos, entre otros. “Si bien la adhesión fue heterogénea en las distintas regiones del país, un 60 por ciento del total de comercios minoristas e industrias pymes no tuvieron actividad”, señaló ENAC.
Las entidades que convocaron a un “persianazo” en apoyo a la medida de fuerza convocada por la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales fueron Apyme, ENAC, la Asociación Pyme, la Agrupación Gelbard, la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) y el Frente Productivo. “El sector pyme emplea cerca del 80 por ciento del universo laboral privado. Las decisiones económicas del Gobierno, los tarifazos y el acuerdo con el FMI, del cual sabemos que es responsable de la pobreza de los pueblos, destruyen el entramado productivo pyme. Esto impacta también de manera directa contra los trabajadores y empeora aún más la ya complicada situación social que estamos atravesando”, describieron en un comunicado para explicar las razones de su participación en la protesta.
El nuevo ministro de Producción, Dante Sica, señaló que el Gobierno anunciará medidas en los próximos días para mitigar los efectos de la crisis en las pymes. El reemplazante de Francisco Cabrera reconoció que la caída del nivel de actividad y el enfriamiento de la demanda afecta al sector privado. “Claramente este segundo semestre será mucho más difícil. Vamos a tener que mirar con mucho cuidado y atención a las pymes, porque la crisis cambiaria que llevó a tomar medidas extremas como la suba de la tasa de interés genera stress y algunos golpes, y hay que tratar de cuidar ese entramado. Esto es como una sala de guardia”, fue la cruda descripción que trazó el funcionario. De todos modos, las entidades pymes advirtieron que no se trata de un problema de nombres de los ministros sino de modelo económico, ya que no hay horizonte en un esquema de caída del salario, apertura de importaciones, altas tasas y suba de costos internos.
Por esa razón, las cámaras empresarias pymes se sumaron al paro general convocado por la representación sindical, en una muestra de la sintonía de los problemas que aquejan a unos y otros. “Desde esta alianza estratégica entre la producción y el trabajo exigimos al Estado que se haga cargo de su rol en la defensa de la industria y el trabajo de los argentinos”, puntualizaron.
En este contexto, la CEEN planteó la necesidad de promulgar una ley de Emergencia Pyme que impulse a las empresas y reactive el mercado interno. “Es urgente promulgar una ley que contemple las problemáticas que sufren los sectores productivos, para impulsar a las empresas y reactivar el mercado interno. Para eso es necesario crear un Fondo de Emergencia para el Sostenimiento de las Fuentes de Trabajo y realizar acuerdos especiales y viables para la normalización impositiva y previsional, así como contar con mayor acceso a financiación”, reclamó.