El presidente Mauricio Macri se excusó de intervenir en la renegociación del contrato de concesión del Acceso Norte entre el Estado Nacional y la concesionaria Autopistas del Sol S.A., que pertenece a su familia. Lo hizo para evitar un posible conflicto de intereses y resolvió que quien pondrá la firma será la vicepresidenta Gabriela Michetti. La decisión se tomó por recomendación de la secretaria de Lucha contra la Corrupción, Laura Alonso, quien viene buscando la forma de cuidar las espaldas de los funcionarios. Alonso ya había recomendado al comienzo del Gobierno que en estos casos se debía delegar la firma “hacia arriba o hacia el costado” para evitar que los denuncien. En este caso, al ser el presidente, no hay “arriba” así que lo delegó en la vicepresidenta.
La decisión se conoció por un decreto, publicado ayer en el Boletín Oficial. Allí el presidente Macri detalló que decidió excusarse por recomendación de la Secretaría de Lucha contra la Corrupción que conduce Alonso, una dirigente que ha sido cuestionada por su poca distancia con el líder del PRO: de hecho, cuando se conocieron los Panamá Papers salió a defenderlo antes de haber tenido la oportunidad de que llegara un solo documento a su despacho.
En el decreto publicado ayer, se dispuso que el Presidente se excuse “de intervenir en relación al acuerdo de renegociación contractual del Contrato de Concesión del Acceso Norte entre el Estado Nacional y la concesionaria Autopistas del Sol S.A.”, una de las empresas históricas del Grupo Macri, siempre asiduo a los negocios con el Estado. La decisión sobre la renegociación se encomendó a la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien será la que deberá responder ante eventuales denuncias penales.
La medida se justificó al indicar que “constituye un objetivo primordial del Gobierno Nacional el fortalecimiento de los pilares básicos del sistema republicano y la confianza de los ciudadanos en las instituciones”.
El decreto deriva de otras medidas que Macri debió tomar cuando fue cuestionado por intentar condonarle al holding familiar una deuda multimillonaria con el Correo Argentino. En ese momento, el mandatario impuso a los funcionarios la obligación de presentar una “declaración jurada de intereses”. Esa norma determinó que “el funcionario con competencia para resolver y respecto del cual se hubiera declarado alguno de los vínculos señalados en el citado decreto deberá abstenerse de continuar interviniendo en el procedimiento, el que quedará a cargo del funcionario al que le correspondiera legalmente actuar en caso de excusación”.
Esto le ocurrió al propio presidente con la renegociación contractual de Autopistas del Sol S.A. Por eso, Alonso recomendó “la abstención de intervención del actual Presidente de la Nación en la firma ad referéndum del contrato”. Lo hará Michetti, para que no quede en los papeles asentado ningún “conflicto de intereses”. Alonso no viene haciendo demasiado caso a las críticas por su falta de autonomía: hace poco, demoró un dictamen sobre el medio millón de pesos que cobró el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, de la Sociedad Rural. Recién cuando el funcionario había devuelto el dinero, Alonso emitió una reprimenda. Otras investigaciones que tiene en sus manos y de las que no se conocen novedades son la de las offshores del ahora ex ministro de Finanzas Luis Caputo; la de la ex casera del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, entre otras. Avanzan a una velocidad de caracol en comparación con las denuncias que viene presentando Alonso contra el Gobierno anterior.