La producción nacional de automotores cerró el 2016 con la peor marca en diez años, al contabilizar un total de 472.776 unidades fabricadas por terminales radicadas en el país, según cifras difundidas ayer por la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). Respecto del año pasado, la cifra se redujo en un 10 por ciento, mientras que la diferencia con los más de 700.000 vehículos patentados en el año fue cubierta por un aumento de modelos importados, lo que empeoró la situación de la industria local. La crisis en Brasil dificultó la colocación de saldos exportables y las ventas externas cayeron un 20,8 por ciento, al pasar de 240.015 unidades en 2015 a 190.008 el año pasado. Las ventas a concesionarios oficiales para stock mejoraron un 22,9 por ciento con respecto del año previo.
En un escenario interno de caída del consumo y recesión económica, sumado a la crisis brasileña, principal destino de las exportaciones argentinas de automóviles, las terminales redujeron drásticamente su producción. El volumen fabricado es el más bajo desde 2006, cuando se había alcanzado las 432.101 unidades, cifra que al año siguiente avanzó a 544.647. Desde entonces no había retrocedido debajo de las 500.000, piso que los analistas esperaban no se perforara este año. El máximo data de 2011 con 828.771 unidades.
En diciembre pasado la producción fue de 40.087 unidades, lo que representó una baja de 14,6 por ciento contra noviembre, mientras que ante igual mes de 2015 mejoró 27,3 por ciento. Esa suba se explica porque en diciembre de 2015 la actividad y las ventas se habían paralizado a la espera de señales por parte del recién asumido gobierno de Cambiemos. En los primeros meses de 2016 hubo caídas de hasta 29,5 por ciento y todos los meses, con excepción de noviembre (3,3 por ciento) y el mencionado diciembre, arrojaron cifras negativas en la comparación interanual. En el acumulado de 2016, la baja producción se focalizó en automóviles, con un retroceso de 21,8 por ciento, mientras que para utilitarios avanzó 6,2 por ciento.
Las exportaciones alcanzaron en diciembre las 18.802 unidades, lo que refleja una baja de 12,7 por ciento respecto del volumen enviado en noviembre, pero un avance de 71,8 por ciento si se lo compara con las 10.944 unidades que se exportaron en diciembre del año anterior. En el acumulado, el total de exportaciones alcanzó las 190.008 unidades, un 20,8 por ciento por debajo de igual periodo del año previo. El impacto de la crisis brasileña se hizo evidente en la menor participación sobre la torta exportable argentina de 2016. Tras detentar cuotas de hasta un 83 por ciento de los envíos, el mercado brasileño captó el año pasado sólo 72,4 por ciento de las ventas. Brasil compró el año pasado 47.161 unidades menos que en 2015.
Al igual que en producción, el segmento de automóviles fue el que más retrocedió, con una caída del 38,9 por ciento, mientras que los utilitarios perdieron 4,2 por ciento.
En ventas a concesionarios impactaron fuertemente en el congelamiento de la demanda en diciembre de 2015, mientras asumía el nuevo gobierno. En ese mes se habían vendido apenas 34.508 unidades. En diciembre último, gracias también a una agresiva campaña de ventas y descuentos, avanzó a 72.003 unidades, un 108,7 por ciento. Esto permitió que el acumulado finalice con una mejora de 22,9. “Esta mejora en los últimos dos meses nos ha permitido recortar la caída que se ha dado a lo largo del año, reflejo y respuesta de nuestra industria ante la caída sostenida de la demanda por parte de Brasil, que se tradujo en la pérdida de 1.600.000 unidades en el mercado interno del país vecino”, afirmó el presidente de Adefa, Luis Ureta Sáenz Peña, en un comunicado. Pese al deterioro que provocó el ingreso de importados a la industria y la desprotección del mercado interno, el directivo de Adefa abogó por “una mayor apertura en materia de comercio exterior que redunde en una mejora productiva”.