PáginaI12 En rusia
Desde Moscú
Rusia otorga múltiples situaciones durante la Copa del Mundo. Y de la misma manera que se lo puede encontrar al vicepresidente del Inter de Italia, Javier Zanetti, sentado en el piso de la plaza que se ubica frente al Museo del Hermitage de San Petersburgo, tomando mate con su esposa y sus hijos, también aparece alguien que llegó hasta aquí para ofrecerle música a las presentaciones del seleccionado argentino. El ex goleador Héctor Bracamonte es el actual entrenador de la sexta división de Boca, el club donde se desempeñó durante 2002, y se encuentra observando este Mundial con el objetivo de seguir adquiriendo conocimientos futbolísticos.
Bracamonte se desempeñó aquí durante nueve años, y lo hizo en el FC Moscú, Terek Grozny y FC Rostov. “Desde el 2013 que no tengo banda musical, si bien a veces toco en algunos lugares, es solo para despuntar el vicio”, le dice a PáginaI12 en un bar del centro de la capital rusa.
–Vos que jugaste acá y conocés mejor este país ¿le encontrás alguna particularidad ahora con el Mundial?
–La situación no es normal, ya que ahora se ve mucha gente viviendo en la calle, y eso antes no sucedía. También hay una estructura diferente a cuando yo me fui, en 2012. La modernidad es total en Moscú. La hospitalidad también se está viendo mucho por estos días, pero creo que el Mundial hace que la gente se brinde más con los visitantes.
–¿Por qué los rusos son más distantes que otros europeos con los desconocidos?
–A mí me tocó vivirlo de esa manera. Y son distantes por la falta de conocimiento, ellos necesitan conocer bien a la otra persona para vincularse más. Quizá por el Mundial se estén abriendo más con la gente.
–Desde la época que te fuiste de acá, ¿Rusia cambió en algún aspecto?
–La esperanza del ruso joven sigue estando. A pesar de algunos grises, la gente acepta mucho a este gobierno. Y como Argentina tiene muchos grises, si este apenas tiene algunos será mejor que el nuestro. Los chicos acá por lo menos vislumbran un futuro mejor.
–Y en cuanto al fútbol, ¿este Mundial le puede aportar algo mejor a la liga local?
–La liga es competitiva, creo que el despegue lo tienen que definir los que trabajan en el fútbol, los que organizan. La liga rusa nunca fue bien vista, pero a nivel europeo está entre las cinco o seis mejores, en presupuesto y en calidad. Si bien no hay muchos campeones europeos, no hay una instancia de cuartos de final que no aparezca un equipo ruso, que pueden ser como Zenit, CSKA, o Spartak. Acá hay tres equipos que clasifican a Champions League y la juegan como corresponde, cuando no hay muchas ligas en Europa que clasifiquen tres equipos a la Champions. En algún momento, Rusia tenía más plazas europeas que Alemania.
–¿Cómo ves al seleccionado ruso para seguir avanzando?
–El primer partido contra Arabia Saudita fue una gran mentira que espero que no se la hayan creído. Y puede sufrir un gran golpe si van confiados a jugar con España. El equipo tuvo tres bajas importantes antes de la Copa, y ahora está con problemas físicos (Alán) Dzagóev –sufrió un desgarro en el primer partido–, que es otra de las figuras. Le va a costar seguir adelante.
–¿La Selección Argentina puede llegar lejos?
–Estoy viviendo el Mundial como hincha, y me importa muy poco como juega el equipo. Yo quiero que gane, que a estos pibes les vaya bien y que se puedan sacar una mochila pesada que tienen encima. Incluso, hay muchas cosas que no estoy de acuerdo con (Jorge) Sampaoli, pero igual quiero que gane. Nosotros vivimos del fútbol, amamos el fútbol y nos merecemos otra cosa. Hemos sido muy duros con los jugadores de la Selección, así que ellos más que nosotros se merecen un respiro.