Al menos cinco personas murieron y varias resultaron gravemente heridas en la redacción de un diario ayer en un nuevo tiroteo en Estados Unidos. Esta vez, el epicentro fue en un edificio en Annapolis, la capital del estado de Maryland, muy cerca de la capital del país y sede de la Academia Naval y de la principal base de esa fuerza. Al cierre de esta edición la policía había confirmado que el tirador estaba en custodia, pero que se desconocía el motivo del ataque. 

“Un tirador disparó a través de una puerta de vidrio y abrió fuego sobre muchos empleados. No puedo decir mucho más y no quiero declarar a nadie muerto, pero la situación es mala”, escribió Phil Davis, periodista del diario local Capital Gazette, cuya oficina se encuentra en el edificio que fue escena del ataque. 

El tiroteo comenzó alrededor de las tres de la tarde (hora local) en un edificio, donde además del diario, funcionaban oficinas de contadores, abogados, médicos y de finanzas. En menos de un minuto, una gran presencia policial saturó el área, la policía ingresó al edificio con ametralladoras, rodeó al atacante y apuró a los ocupantes del edificio a salir a la calle. Caminando con las manos sobre la cabeza, las personas salieron del establecimento y fueron evacuados a un centro comercial cercano. “No hay nada más aterrador que escuchar que están tiroteando a personas mientras vos estás debajo de tu escritorio y después escuchas al tirador recargar”, había tuiteado Davis minutos antes. 

En una entrevista posterior, el periodista aún no podía dar crédito a lo que había vivido. “Soy un periodista de policiales. Escribo sobre estas cosas –no exactamente igual, pero sobre tiroteos y muerte– todo el tiempo”, dijo, citado por el diario The Baltimore Sun. “Pero por más que estoy intentando explicar lo traumatizante que es el estar escondido debajo de tu escritorio, no podés saberlo hasta que estás ahí sintiéndote indefenso.” Davis dijo que él y otros todavía estaban escondidos debajo de sus escritorios cuando el tirador dejó de disparar. “No sé porqué. No sé por qué paró”, dijo. 

Al cierre de la edición no se sabía exactamente el número de víctimas, pero había muchas personas gravemente heridas, según informó la policía del condado de Anne Arundel. Además, aseguraron que sólo un sospechoso -un hombre blanco adulto, que aparentemente disparó con una escopeta- estuvo involucrado, informó el diario The New York Times. “Todavía estamos hablando con el individuo, estamos abordándolo, estamos tratando de encontrar un motivo”, dijo el portavoz de la policía del distrito, el teniente Ryan Frashure.

Karen Burd, de 27 años, estaba en su cuarto día de trabajo en una de las oficinas del edificio. “Es loco. Vos ves estas cosas en las noticias pero nunca pensás que te va a pasar a vos”, dijo, citada por el diario The Washington Post. Una compañera de trabajo le había dicho a Burd que había un tirador en el edificio. Su primer pensamiento fue buscar un cuarto para atrincherarse. Junto con otros cuatro compañeros se apiñaron en un cuarto, llamaron al 911 para decirles dónde estaban y se quedaron ahí encerrados hasta que la policía golpeó la puerta. “Empecé a rezar. Pensé que era mi último día” , agregó Brud.

Rayne Foster, quien estaba trabajando en el cuarto piso cuando comenzó el tiroteo, le mandó un mensaje a su hija: “Hay un tirador. Te amo”, informó The Washington Post. Ya en la vereda del centro comercial, su hija estaba a su lado. “Esto pasa en las películas. Esto no se supone que tiene que pasar. Esto no debería pasar”, dijo Sloan de 19 años. Su madre todavía estaba en shock. “Estaba tan asustada”, sollozó. Ella y otra docena de compañeros se habían encerrado en un cuarto. Cuando llegó la policía, escucharon como rompían las ventanas y las puertas de vidrio, luego los apuraron a que bajen por las escaleras y les revisaron las mochilas. “Fue irreal”, dijo Foster.

Jahnae Miller, una maestra de 23 años, estaba en un consultorio médico en el primer piso cuando enfermeras y otros trabajadores comenzaron a gritar que apagaran las luces porque había un tirador en el pasillo. Se atrincheraron alrededor de una hora. “Estaba asustada, llorando”, dijo. “Enseño en escuelas. Los simulacros se convirtieron en algo normal, desafortunadamente. Pero estar en esta situación, que no es un simulacro, sentir todas esas emociones y no saber dónde está el atacante, fue abrumador”, afirmó Miller. 

El gobernador de Maryland, Larry Hogan, tuiteó que estaba absolutamente devastado al enterarse de la tragedia en Annapolis. “Por favor, presten atención a las advertencias y manténganse alejados del área”, dijo Hogan y agregó: “Estoy rezando por aquellos que se encuentran en la escena y por nuestra comunidad”. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se sumó a las expresiones de condolencias. “Mis pensamientos y plegarias están con las víctimas y sus familias. Gracias a los primeros en llegar a la escena y que están allí en este momento”, tuiteó el mandatario al enterarse de los acontecimientos.