Más de cien brigadistas controlaron la mayoría de los incendios activos en el sur de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro, que ya consumieron cerca de 1.400.000 hectáreas, aunque persisten algunos focos por la acción del viento. Las autoridades estimaban que anoche estarían apagados. Los incendios empezaron con las tormentas eléctricas que afectaron los campos desde fines del mes pasado, ya de por sí alcanzados por la sequía.El viento hizo que se propagaran desde La Pampa hacia la provincia de Buenos Aires, lo que generó el corte de algunas rutas. “El frente grande de fuego proveniente de La Pampa, que afectaba a Villarino está controlado, no extinguido”, confirmó el coordinador de Defensa Civil de esa localidad, Mario Luis Vidal. Asimismo señaló que “se trabaja en la extinción total de ese fuego, y en sofocar unos pocos focos dispersos” y no descartó que vientos del sudoeste y las altas temperaturas puedan volver a avivar el fuego.