Bruno Bevacqua, de Vecinos Organizados de Lugano 1 y 2, aseguró que los vecinos se ven obligados a convivir con la basura. Si bien reconoció que trasladaron el problema al gobierno porteño, explicó que “dicen todo que sí” y después “no hacen nada”.
–¿Cómo está la basura en Lugano 1 y 2?
–Está complicado porque no pasan a levantarla seguido. No sé bien, pero deben estar pasando una vez por semana. Entonces es un desastre. Acá no los limpian nunca los tachos y en otros lugares sí.
–¿Y qué tipo de contenedores hay en la zona?
–En Lugano 1 y 2 están sólo los negros. Hay, pero debe haber uno por tira. Acá no se calcula por cuadra porque hay muchos edificios.
–¿Y qué dicen los vecinos sobre la basura?
–Están bastante enojados. Por el lado de Chilavert, que es el centro comercial, están muy indignados. Se acumula tanto que ya hay un problema con las ratas.
–¿Y en las plazas y los espacios públicos?
–Tenemos un problema muy grande en Parque La Victoria, que en Lugano se usa mucho y prácticamente no hay tachos. Y los pocos que hay se rebalsan ya que nadie la levanta. Y eso también genera discusiones entre vecinos, porque se echan la culpa de sucios y en realidad la responsabilidad es del Gobierno de la Ciudad, que no está cumpliendo con la tarea de levantar la basura, porque en otros parques si cumplen y acá no.
–¿Y por qué cree que no levantan la basura?
–Más allá de que siempre hubo un abandono con el sur, creemos que es como para avalar la quema de basura. Yo estoy convencido. Ellos se quieren agarrar de eso, de que no dan abasto para levantar la basura como deberían hacer y con esto justificar el tema de la quema.
–¿Y desde hace cuánto que nota que la basura no es levantada en Lugano?
–Ahora se ve más. Desde 2015 que los vecinos plantean este tema como fuerte, y nos piden siempre que le hagamos llegar a las autoridades para que le den solución. Nosotros lo hemos planteado y nunca nos dieron respuesta. Diego Santilli ha venido a la comuna varias veces, se planteó este tema, dice a todo que sí y nunca cumple. Nosotros nos sentimos abandonados desde muchos lugares.