Sin un fútbol deslumbrante, pero con un poder de fuego innegable, Uruguay y Portugal se miden en Sochi en busca de clasificar a los cuartos de final en una serie abierta y sin favoritos, ya que ambas selecciones superaron la fase de grupos sin derrotas. El duelo a priori se plantea entre los goleadores Cristiano Ronaldo y Luis Suárez, pero también cuenta con otros ingredientes porque el equipo que orienta Oscar Washington Tabárez se metió entre los 16 mejores con sus tres partidos ganados y el arco invicto. Los de Fernando Santos, aun fortalecidos por su condición de campeones de Europa, padecieron lo insospechado para no quedar al margen en el último suspiro tras empatar con Irán. El que avance a cuartos tendría un cómodo encuentro sin desplazamientos en Nizhny Novgorod ante Francia o Argentina.
Pisar octavos no es una experiencia nueva para la Celeste en este siglo. En el Mundial 2010 derrotó por 2-1 a Corea del Sur, luego venció por penales a Ghana y cayó en semifinales ante Holanda. En Brasil 2014, sin Suárez debido a su expulsión por morder al italiano Giorgio Chiellini, Uruguay cayó ante Colombia por 2-0. Por su parte, los portugueses vencieron 1-0 a Holanda en la edición de Alemania 2006, y cayeron 0-1 ante España en Sudáfrica 2010.
Con más de 35 grados y mucha humedad, la Celeste practicó en una cancha anexa al estadio Olímpico Fisht y el zaguero José María Giménez se movió con soltura, por lo que se presume que será titular en lugar de Sebastián Coates. El Maestro Tabárez, que con 71 años quiere alargar su estancia en Rusia y por lo menos igualar su mejor registro, semifinales de Sudáfrica 2010, remarcó en rueda de prensa: “Tenemos con qué enfrentar a Portugal; estamos bien”. Y fue tajante al afirmar que a Cristiano “no lo va a marcar un solo futbolista”. El técnico uruguayo defendió la trayectoria que lleva en el cargo tras doce años y aseguró que están “cerca de lo que quieren”.
A su lado, Suárez pidió que ante Portugal “nadie se guarde nada”. “No hay que especular; para ganar un Mundial hay que ganar a los mejores”, dijo el ariete del Barcelona, quien negó que con Cavani (delantero del PSG) haya rivalidades. “Nos conocemos hace años; sólo pensamos en luchar por Uruguay”, aseguró quien suma dos goles en Rusia y quedó a uno del record histórico charrúa en los Mundiales que aún posee Oscar Míguez, con ocho.
A la luz de los antecedentes, Uruguay es un rival complicado para Portugal, ya que no pudo ganarle en los dos únicos enfrentamientos amistosos de 1966 (3-0 en Lisboa) y 1972 (1-1 en Río de Janeiro). “La mayor virtud de Uruguay es Uruguay”, afirmó a propósito del partido por octavos el seleccionador de Portugal, Fernando Santos. “Es una formación homogénea en los jugadores que tiene, y fortísima entre lo que ofrece en ataque y defensa. Es lo que ha cosechado a lo largo de doce años con Tabárez”, ponderó el DT luso, aunque avisó que Portugal es una selección compacta que llegó al Mundial como último campeón de Europa y con una “mentalidad ganadora”.
En este punto aparece Cristiano Ronaldo, que bajó un peldaño en su escalada hacia el cielo en el último partido ante Irán, donde falló un penal y vio frenada su espectacular progresión goleadora en el Mundial, con tres goles en el empate con España y uno en la victoria ante Marruecos. También ligó una amarilla y de sumar otra, se perderá el partido de cuartos, si Portugal avanza. Con cuatro Mundiales en sus espaldas, el goleador del Real Madrid tendrá que vérselas con Diego Godín, el central del Aleti, en un duelo que en la Liga española sigue generando morbo. Así, CR7, que en Rusia se convirtió en una figura elusiva y hermética, está ante un desafío enorme en lo que, en el peor escenario, podría ser su último partido en un Mundial.