La mundialitis aguda condiciona no sólo la vida de los todos los argentinos, con jornadas que en la fase de grupos llegaron a tener cuatro partidos diarios en horarios diurnos. También desde el 14 de junio digita el pulso de la TV argentina: ni la crisis económica y financiera que atraviesa el país pudo silenciar el ruido de la pelota rodando en tierra rusa. La referencia a lo que pasa en en el Mundial de Rusia recorre toda la televisión argentina. El opaco juego del equipo de Sampaoli en una primera fase que logró sortear a duras penas, lejos de desviar la atención de lo que pasaba a más de 13 mil kilómetros, atrajo la mirada sobre la concentración de Bronnitsy, incomprobables rumores, versiones y mensajes de WhatsApp mediante. Más allá de las miserias periodísticas que se vieron y del andar de la selección, lo cierto es que el mundial volvió a acaparar grandes audiencias. Ya no solo frente al televisor, sino también delante de los teléfonos móviles, el dispositivo que definitivamente se convirtió en la segunda pantalla de los argentinos para ver el mundial.
En las últimas dos semanas, la TV abierta volvió a formar parte del zapping habitual de los televidentes, con altas cifras de audiencia, como no sucedía desde hacía años. La transmisión en directo por la TV Pública de 22 partidos de la fase de grupos (19 en exclusivo y los 3 de la selección compartidos con TyC Sports) le permitió al canal estatal salir del olvido al que la actual gestión lo llevó, producto de un ajuste que se hace evidente en la significativa merma en la producción de contenidos y en la carencia de ciclos atractivos en su programación. De hecho, la TV Pública pasó de tener una audiencia promedio diaria de 1 punto de rating, a rondar los 6 puntos en las jornadas en los que transmite dos partidos en exclusivo. El promedio acumulado del mes de la TV Pública al jueves es de 4,2 puntos, lo que le permite salir del último puesto, superando a América (2,8) y al 9 (2,6).
El canal estatal planificó una programación especial de –por lo menos– 10 horas diarias dedicadas al Mundial, entre partidos, repeticiones y programas emitidos desde Rusia. Lamentablemente, esa audiencia que tracciona el fútbol resultará “golondrina”, en el sentido de que la TV Pública no aprovecha ese alto encendido para dar a conocer alguna propuesta televisiva de interés que sea capaz de retener al público. Una pena.
Los partidos de la selección argentina en la primera fase fueron los más vistos del Mundial hasta ahora, promediando entre los tres una audiencia de 38,5 puntos de rating en la TV Pública. Según los datos suministrados por Kantar Ibope Media, el choque contra Nigeria que selló la clasificación del equipo fue el más visto, con un promedio 40,5 puntos, alcanzando un pico de 45. El debut contra Islandia midió 38,7 puntos, mientras que la derrota contra Croacia fue el de la audiencia más baja, con 36,2 puntos, probablemente debido a que muchos televidentes apagaron el televisor o cambiaron de canal a medida que Módric y Rakitic iban haciendo de las suyas. Un dato interesante es que el nivel de juego del seleccionado no incide en la audiencia: mientras que el promedio entre los tres primeros partidos (todos ganados) del Mundial de Brasil 2014 fue de 37,8 puntos (vs. Bosnia 34,7, vs. Irán 37,3 y vs. Nigeria 41,6), en Rusia el promedio fue levemente superior (38,5). La selección argentina disputando un Mundial es un atractivo suficiente para acaparar la atención, gane o pierda, juegue lindo o no.
En TyC Sports, el canal deportivo que tiene la exclusividad del resto de los 32 partidos, el Mundial se vive a diario con una programación de 20 horas diarias desde Moscú. Los tres partidos de Argentina (cuyos derechos comparte con el canal estatal) promediaron 14,5 puntos en la pantalla de cable, alcanzando el que disputó contra Nigeria el promedio de audiencia más alto (17 puntos). Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en la TV Pública, el cotejo más visto no fue ninguno de Messi y compañía, sino el que Uruguay le ganó a Arabia Saudita: la transmisión del partido marcó 17,3 puntos de rating. La fortaleza mundialista de TyC Sports es la exclusividad en la emisión de los partidos, cuyas transmisiones promediaron 8,51 puntos, mientras que el resto de la programación (exceptuando partidos) obtuvo 1,38 puntos, en la franja horaria de 6 a 2 am. Más allá de la cuestionadísima cobertura, sobre todo en espacios como No todo pasa, TyC Sports aventaja en lo que va del mes a todas las señales de cable, con un promedio de 2,24 puntos (hasta el 28 de junio).
La otra ventana televisiva que tiene los derechos de transmisión del Mundial de Rusia es DirecTV, el operador que transmite los 64 partidos en 4K (Ultra HD). Si bien no hay datos de audiencia de la compañía satelital, sí se conoce información de la aplicación DirecTV Play, a través de la cual los clientes pueden ver los partidos. Según los datos suministrados por la empresa, al martes pasado más de 20 mil abonados de Argentina vieron el mundial a través de una app, alcanzando las 2,3 millones de reproducciones. Como ocurrió en la pantalla chica, el partido más visto a través de la plataforma digital fue Argentina vs. Nigeria. Un dato que muestra la dimensión del crecimiento del streaming como medio para ver el mundial es que la cantidad de abonados de DirecTV que vieron los partidos a través de la plataforma digital creció un 115 por ciento respecto a Brasil 2014.
Al analizar la manera en que se vieron los partidos de la fase regular, es posible afirmar que el de Rusia es el primer mundial “multipantalla”. En Cablevisión Flow, por ejemplo, el comportamiento de los usuarios habla por sí solo: más de 400 mil personas vieron algún partido desde la aplicación o del decodificador Flow, donde se registraron 10 millones de “visionados” durante todos los partidos de la primera fase. El partido del mundial más visto desde la aplicación de Flow fue Nigeria vs. Islandia, seguido por Portugal vs. España. El otro rasgo que surge de la app de Cablevisión es que el teléfono celular se impuso como el dispositivo preferido por los usuarios para ver los partidos: el 72 por ciento de los visionados se realizó desde un teléfono móvil. Es decir: 7 de cada 10 abonados que vieron partidos a través de la aplicación se conectaron desde el celular, mientras sólo 2 de 10 lo hicieron desde una PC y apenas uno de 10 desde una tablet. El mundial de Rusia se ve por dónde sea. Al menos hasta que Messi y Marcos Rojo (!) le sigan dándole vida al sueño de dar la vuelta en la Plaza Roja.