Tras muchas horas de intensas negociaciones, los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) llegaron en la madrugada del viernes a un acuerdo para endurecer la política migratoria. Además, Alemania pactó un acuerdo con España y Grecia para devolver a aquellos migrantes que ya hubieran sido registrados como solicitantes de asilo en estos dos últimos países.
En la cumbre se tomó la decisión de crear centros para migrantes. Tiene dos variantes: centros dentro de la UE y centros fuera de la UE. En el futuro, los migrantes que hayan sido rescatados del mar podrán ser alojados en campamentos. Sin embargo, la decisión de crear centros para migrantes es totalmente voluntaria. Grecia ya expresó el viernes su disposición a crear centros de acogida, mientras que Francia e Italia lo descartaron inmediatamente. Igualmente voluntaria es la eventual decisión de los países miembros de la UE de acoger a solicitantes de asilo que se encuentran en otros países del bloque.
Además, se examinará la posibilidad de instalar centros de acogida en terceros países, probablemente en el norte de África, adonde deben ser llevados los migrantes rescatados del mar. Allí, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) podría escoger a solicitantes de asilo para ser acogidos en países miembros de la UE. Los demás migrantes tendrían que volver a sus países de origen y recibirían apoyo por parte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). De todas formas, algunos países del norte de África, como Libia, Túnez y Marruecos, ya han expresado claramente su negativa a instalar centros de acogida.
En caso de crearse centros de acogida en el norte de África, los migrantes rescatados del mar serían trasladados a ellos y ya no serían llevados a Europa. El objetivo es disuadir a los migrantes desde el intento mismo de viajar a Europa y desbaratar el negocio de los traficantes de personas. Los centros que se instalen dentro de Europa podrían impedir que solicitantes de asilo se trasladen de un país miembro de la UE a otro.
En los márgenes de la cumbre, Merkel pactó un acuerdo político con Grecia y España para la devolución de migrantes. Estos dos países se declararon dispuestos a readmitir a aquellos solicitantes de asilo registrados allí que sean retenidos al intentar cruzar la frontera entre Austria y Alemania. Alemania se comprometió a cerrar paulatinamente los casos abiertos de reagrupaciones familiares en Grecia y España.
En las conclusiones de la cumbre aparece un término tan vago como “centros controlados”. Algunos jefes de Gobierno conservadores hablaron de “centros cerrados”. Tampoco está claro cómo se llevaría a cabo la distribución de los refugiados desde esos centros. Y es que, en principio, el Reglamento de Dublín seguirá en vigor. En virtud de esta norma, los migrantes tienen que presentar su solicitud de asilo en el país de la UE que pisan primero.