El Ministerio de Agroindustria respondió de una manera particular al reclamo de los pequeños productores de frutas y verduras frente a la parálisis del Monotributo Social Agropecuario, la única herramienta que tenían las familias para contar con obra social y aportes jubilatorios. Unas horas más tarde de conocer el amparo presentado por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) para que la cartera que conduce Luis Miguel Etchevehere permitiera la inscripción de más familias, el Ministerio dio de baja el beneficio y dejó a cien mil beneficiarios en riesgo de volver a la informalidad.
Hace un año que los pequeños productores vienen denunciando el congelamiento del Monotributo Social Agropecuario (MSA), creado en 2009, gratuito, para que las familias pudieran regularizar su situación laboral y tener acceso a la salud, aportes jubilatorios y la posibilidad de facturar. A partir de ahí, unos 50.000 agricultores pudieron tramitarlo e incluir a sus familias en la cobertura de salud donde ya hay más de cien mil beneficiarios.
La falta de respuestas de los funcionarios de la Secretaria de Agricultura familiar hizo que los pequeños productores hicieran el reclamo en la Justicia. “Fue difícil inscribirme en el Registro de la Agricultura Familiar, al poco tiempo tuve que actualizar mis datos y cuando fui a hacerme el monotributo nunca me inscribieron. Vengo con estos trámites hace más de un año y medio”, reclamó Zulma Mayoja, una de las productoras que busca salir de la informalidad pese a las trabas del Gobierno. Desde la UTT creen que hay más de cinco mil productores en la situación de Mayoja y por eso presentaron un amparo para que el Ministerio cese con la discriminación.
Sin embargo, esta vez el Gobierno redobló la apuesta y a modo de respuesta eliminó completamente el beneficio. “El rumor empezó a correr hace un mes. Ayer sacamos la demanda contra el congelamiento y cuatro horas después el Ministerio salió a confirmar que daba de baja el MSA. Este monotributo fue una medida para regularizar la situación de precariedad del sector. La política directamente expulsa a los pequeños productores”, le dijo a PáginaI12 Agustín Suárez, integrante de la UTT.
Desde Agroindustria informaron que a partir de julio los beneficiarios del MSA tienen hasta diez días para reempadronarse en el monotributo social que otorga Desarrollo Social y que cubre una parte del valor que debe pagar cada inscripto. “A partir del 1 de enero de 2019, los productores familiares mantendrán su inclusión en el Registro de Efectores Sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y serán beneficiarios del actual Monotributo Social, manteniéndose así el aporte del 75 por ciento del beneficio a cargo del Estado Nacional o podrán optar por darse de baja del régimen”, sostiene el comunicado emitido por el Ministerio. El beneficio actual será mantenido para los que hagan el trámite y sólo hasta fin de año.
Con la eliminación del MSA, el productor deberá pagar el 25 por ciento restante del impuesto, unos 258 pesos al día de hoy, más el aporte a la obra social por cada miembro de la familia. “Diez días para reempadronarse es casi imposible, es un trámite que tienen que hacer 50.000 personas y que ya nos pidieron actualizar dos veces en el año”, agregó Suárez y aclaró que aunque el monto de dinero parece poco la mayoría de las familias no están en condiciones de pagarlo. “Muy pocos van a poder seguir manteniendo la obra social si tienen que pagar esa plata, que hay que multiplicar por cada miembro del grupo familiar”, opinó.
Además de lo que significa el recorte en la economía de la agricultura familiar, desde la UTT criticaron también la medida por su contenido simbólico. “Queremos que nos tengan en cuenta como un actor activo dentro del desarrollo productivo de la economía argentina no un como beneficiarios sociales”, se quejó Suárez, que recordó que el 60 por ciento de los alimentos que se consumen en el mercado interno son producidos por los pequeños productores.