El hombre que es sospechoso de haber matado a cinco personas el jueves en un tiroteo contra la redacción del diario Capital Gazzete en Maryland, Estados Unidos, había presentado (y perdido) una demanda por difamación contra el diario. El tirador, identificado como Jarrod Ramos, fue acusado ayer de cinco cargos de asesinatos en primer grado y se encuentra ahora a la espera de que se celebre una vista para fijar una fianza.
La Policía, luego de la audiencia ayer, donde Ramos no habló ni mostró ninguna emoción sino que sólo miró impasiblemente a la cámara, determinó que el atacante, disparó intencionadamente contra el pequeño periódico local. En 2012, el hombre había presentado una demanda por difamación contra el diario por la información que había publicado en 2011 sobre un caso de acoso en el que Ramos era el acusado. El demandante perdió el juicio. Se trata del ataque más mortal dirigido contra medios estadounidenses desde que el Comité para la Protección de los Periodistas comenzó sus registros en 1992.
El tiroteo se produjo la tarde del jueves y el atacante, de 38 años, fue detenido e interrogado durante horas, mientras su vivienda fue registrada. La policía informó, después de allanar su departamento, que habían encontrado evidencia de que Ramos había planeado el ataque que efectuó usando una escopeta adquirida legalmente. También especificaron que el tirador actuó solo y que había llegado al edificio de oficinas en un auto alquilado, según el diario The Washington Post.
Las cámaras de seguridad grabaron el tiroteo. El atacante se abrió camino disparando contra una puerta de vidrio y después procedió a matar y herir a sus víctimas. Fue encontrado por la Policía escondido bajo una mesa. “Ese tipo estuvo allí para matar al mayor número de personas”, dijo el jefe de la Policía del condado de Anne Arundel, Timothy Altomare.
El diario Capital Gazette continuó trabajando a pesar de la tragedia y publicó su edición diaria, en cuya portada destacó las muertes de sus empleados, cuatro periodistas y una asistente de ventas. “El Capital Gazette perdió hoy a cinco miembros de nuestra familia”, escribió el diario en la red social Twitter un día después del ataque y ofreció información sobre las vidas personales de cada una de las personas asesinadas.
“Estamos desconsolados, totalmente destrozados. Nuestros colegas y amigos ya no están”, escribió el director del periódico, Rick Hutzell. Los editores dejaron la página de opinión del periódico completamente en blanco con un mensaje que decía: “Hoy nos hemos quedado sin palabras”. Debajo figuraba la lista de los fallecidos.
Ayer, la policía informó que el acusado había escrito amenazas en Internet en Mayo del 2013 contra el Gazette. Sin embargo, según dijeron los investigadores, el diario había decidido no presentar cargos contra Ramos para no exacerbar la situación.
La mujer que dijo que había sido acosada por Ramos, le dijo ayer a la cadena de televisión WBAL de Baltimore que ella, años atrás, le había advertido a un oficial de policía que el ahora acusado iba a ser el próximo tirador en masa. La mujer explicó que Ramos se había obsesionado con ella por ninguna razón aparente. A causa de eso, ella tuvo que mudarse tres veces, cambiar su nombre y dormir con un arma, según informó la BBC.
De acuerdo con la fiscalía, el sospechoso trancó una salida de la redacción para que los empleados no pudiesen escapar. El fiscal Wes Adams dijo que el hombre entró en la redacción por la puerta delantera y que después trancó la puerta trasera. Al parecer, una de las víctimas intentó escapar por esta última puerta pero fue alcanzada por una bala.
Algunos reporteros del periódico narraron cómo se atrincheraron debajo de sus escritorios. “Solo tenía la esperanza de que no sonara mi teléfono”, dijo el periodista Phil Davis a la cadena CNN.
Otra reportera tuvo que ver de cerca cómo moría un colega. “No vi al autor del tiroteo pero vi cómo fue alcanzado (el colega)”, relató. Un fotógrafo dijo que corría para salvar su vida y que en el camino tuvo que saltar por encima del cadáver de un colega.
Entre las víctimas hay dos mujeres: una asistenta de ventas, que llevaba poco tiempo trabajando en el periódico, así como un reportera local y columnista. También perdieron la vida un veterano periodista deportivo, un editorialista y el vicedirector. Dos personas sufrieron heridas.
El subjefe de Policía Bill Krampf informó que se enviaron amenazas al periódico a través de redes sociales hasta este mismo jueves. No dio más detalles, pero indicó que los funcionarios intentan confirmar quién las envió y a través de qué plataforma.
El presidente Donald Trump, que muchas veces ataca a los medios y que ha calificado a la prensa como “enemigo del pueblo”, expresó su pesar por el “horroroso” ataque. “Los periodistas, al igual que todos los estadounidenses, deberían ser libres del miedo a ser atacados violentamente mientras están haciendo su trabajo”, manifestó Trump. “Este ataque ha sacudido la consciencia de nuestra nación y ha llenado nuestros corazones de dolor”.