El Gobierno nacional autorizó a las empresas de medicina prepaga a aumentar una vez más sus prestaciones en un 7,5 por ciento a partir del 1º de agosto. Con esa suba, en lo que va de 2018 el servicio se habrá incrementado un 20,2 por ciento y acumulará un 46 por ciento en el último año y medio. Durante este año, el primer incremento decretado a favor de esas empresas fue del 4 por ciento en febrero y luego hubo otro del 7,5 en junio, una cifra igual a la que fue dispuesta ayer en la resolución 1239/2018, publicada en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Salud, Adolfo Rubinstein. Durante el año pasado, el Gobierno había autorizado cinco incrementos en las cuotas: 5 por ciento en febrero, 5 en julio, 6 en agosto, 5 en septiembre y 6 en diciembre, totalizando un 27 por ciento.

 La seguidilla de subas y la inestabilidad del tipo de cambio hacen prever que en los próximos meses haya resoluciones similares a la de ayer. Según señala la resolución en sus considerandos, “la Superintendencia de Servicios de Salud evaluó la caracterización del sector de las Empresas de Medicina Prepaga y revisó el incremento de costos del sector. Del análisis realizado, surge que resulta razonable autorizar un aumento general, complementario y acumulativo, de aquel que fuera aprobado el 25 de abril del año 2018, de 7,5 por ciento a partir del 1º de Agosto de 2018”.

 La misma resolución recuerda que el Ministerio de Salud, como autoridad de aplicación, “fiscalizará y garantizará la razonabilidad de las cuotas de los planes prestacionales de las Empresas de Medicina Prepaga y autorizará el aumento de las mismas, cuando dicho aumento esté fundado en variaciones de la estructura de costos y razonable cálculo actuarial de riesgo”. La resolución del Ministerio de Salud señala además que las empresas “deberán extremar los recaudos necesarios para notificar de manera fehaciente a los usuarios, a fin de que aquellos tengan cabal información de dichos aumentos”.

 Los aumentos afectan a más de dos millones de beneficiarios que adhirieron en forma voluntaria a alguna prepaga, como así también a los 4,2 millones de afiliados de las obras sociales que derivaron sus aportes a una prepaga y pagan de sus bolsillos un plus o diferencia porque cuentan con un plan médico superior al monto del aporte obligatorio. La de agosto próximo, será la tercera suba que sufrirán las cuotas de la medicina prepaga en lo que va de este año.

 Un estudio realizado por la organización Deuco (Defensa de Usuarios y Consumidores), publicado el año pasado, señalaba que durante el año 2016, la gestión del ministro Lemus autorizó un incremento del 43,5 por ciento, “cifra anual inédita desde que comenzó a aplicarse el nuevo marco regulatorio creado por la Ley 26682, ya que el máximo ajuste fue del 28,6 por ciento en los años 2014 y 2015”. Conforme a esas cifras, el estudio apuntaba que “en el período 2012 / 2016 el aumento (acumulado) de las cuotas fue del 313 por ciento, sin que se cumpliera lo dispuesto por la Ley 26682, que es la debida participación de los usuarios del sistema en la toma de decisiones del valor de las cuotas”. 

 La citada ley establece, en su artículo 27, la conformación de un Consejo Permanente de Concertación en el que deben participar las organizaciones de usuarios, el que debería funcionar como paritaria permanente, a los efectos de estudiar los valores retributivos de las prestaciones.