“Cada vez que ocurre un caso como el de Flores aparecen estos intentos espasmódicos de modificación, como paso con las leyes de Blumberg que no bajan los delitos. Hay que apuntar a una buena ley y no a la edad que los pibes tengan, buscando darles garantías a través de medidas socio educativas. Por ejemplo la probation que los chicos no tienen. Es un discurso que no es popular pero hay que sostenerlo, todos los organismos internacionales tienden a no bajar la edad. Tenemos 11 chicos condenados a perpetua y recibimos recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de la ONU por haberlas aplicado. Si nos atenemos a las estadísticas es un tema mínimo, sólo el 1 por ciento de la población que esta en régimen carcelario de menores cometió delitos gravísimos. En todos los países donde se bajó la edad no se redujo la delincuencia. Hay que pensar políticas en conjunto, un sistema judicial y carcelario, y donde los juzgado de menores no sean la resaca del poder judicial funcionando en sótanos y lugares horrible. El camino es pensar en la prevención con más escuelas y salud, y menos punición.”

* Directora del Comité de Seguimiento de la Conv. Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn).